tag:blogger.com,1999:blog-50161477929561111252024-02-18T23:01:09.997-08:00ÁTOMOS VISIBLES
Mª Ascensión Marcelino Díazhttp://www.blogger.com/profile/08700978879207621261noreply@blogger.comBlogger35125tag:blogger.com,1999:blog-5016147792956111125.post-22454201106015044382023-04-13T23:55:00.000-07:002023-04-13T23:55:06.095-07:00Y sin embargo, se mueve.<p> Después de un tiempo de inactividad, vuelvo a poner a punto mi blog. 14 de abril de 2023. Primavera. Todo florece. Las actividades se multiplican. Presentaciones de libros, conciertos de música, exposiciones, ferias, viajes estudiantiles, que siga todo rodando hasta que algo desvié el movimiento o lo detenga de nuevo. <br /></p>Mª Ascensión Marcelino Díazhttp://www.blogger.com/profile/08700978879207621261noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5016147792956111125.post-54125335901823270942019-12-31T02:01:00.000-08:002019-12-31T02:01:23.321-08:00Edición Especial Imaginarios de la palabra: la metáfora, la mentira, la poesía. Coordinado por Francisco Javier Gallego Dueñas. La verdad: esa gran mentira. Reflexión sobre el poder de las palabras y la poesía. Por Mª Ascensión Marcelino Díaz. Páginas 7-10<a href="https://imaginariosyrepresentaciones.files.wordpress.com/2019/11/imaginacic3b3n-o-barbarie-nc2ba-18-vf.pdf">https://imaginariosyrepresentaciones.files.wordpress.com/2019/11/imaginacic3b3n-o-barbarie-nc2ba-18-vf.pdf</a>Mª Ascensión Marcelino Díazhttp://www.blogger.com/profile/08700978879207621261noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5016147792956111125.post-37736257945972183632019-12-31T01:58:00.002-08:002019-12-31T01:59:42.001-08:00La verdad: esa gran mentira. Reflexión sobre el poder de las palabras y la poesía.<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Todo gesto constituye un artificio. La aparente naturalidad
de la postura distendida, la palabra pronunciada sin ambages,
la mirada perdida en el vacío de un horizonte trillado de
signos y estrellas. La máscara con la que bautizamos cada uno
de nuestros días y nuestros encuentros en concomitancia
directa o virtual con el otro, cuelga en el perchero de vuelta
al hogar, y la persona que somos en comunidad se pasea desnuda
por las habitaciones de la casa, vestida de una mismidad que
también es un traje no siempre hecho a medida. </div>
<div style="text-align: justify;">
Este escrito
pretende reflexionar sobre el poder de las palabras, la
poesía, la verdad y las relaciones sociales. Pero también
sobre el engaño, como arma o como juego, y la ambigüedad en la
que se mueven los nexos humanos en torno al binomio
apariencia-realidad y verdad y mentira.
La palabra es la morada del ser (Heidegger). La palabra es
poderosa, construye y destruye, horada el intestino y vomita
significado. El lenguaje es el auténtico hogar del ente, el
dasein que yace arrojado a una realidad cuya urdimbre trata de
descifrar a través de poesía, de la metáfora y del arte. La
verdad es un camino que asciende y aleja a la mente de la
apariencia de una materialidad que percibe y siente como
falsa. </div>
<div style="text-align: justify;">
Afirmar lo que no es, ensalza la virtud y libra a la
mujer de la tortura, la arroja a las llamas, o la salva de la quema. El embuste es un disfraz que hace posible el rol
social, la sonrisa que mueve el mundo, el poder que trastoca
como la alquimia, unos elementos en otros. <b>Penélope </b>hila cada
día un lienzo mortuorio que deshace por la noche. La reina
finge que no termina pero no miente. No acaba nunca porque
para crear hay que destruir. Consigue vivir su independencia
en una sociedad patriarcal rodeada de hombres ávidos de su
fortuna tejiendo un lienzo de hilos interminable, la tekné
ampara su libertad y consigue que un centenar de maridos
potenciales se crean la gran historia como también logra que
una de las interpretaciones de su mito se haya erigido frente
a otras. Penélope, la mujer pasiva, la que aguarda eternamente
fiel la vuelta de su hombre. </div>
<div style="text-align: justify;">
De hecho, el gran fraude consiste
en inspirar la narración de la espera y no el de la
independencia. En la poesía encontramos ese puente de unión,
esa resina que perlita la verdad que esconde una realidad a la
que nunca podremos acceder porque el trecho que lleva hasta
ella no está hecho de palabras. Hay una línea continua solo
transitable por la intuición. La metáfora es el cauce por el
que aquella se hace imagen, el camino por el que el signo
fotografía las vísceras y las vierte en vocablos. Penélope
urde su historia con hilo y aguja y trenza su libertad cada
día. Miente a la posteridad e inspira canciones e historias
trágicas cuando debería evocar al misterio de la noche en la
que sola, construye su propio estar en el mundo hecho de
renuncia y de trabajo.</div>
<div style="text-align: justify;">
“Yo siempre digo la verdad incluso cuando miento” dice Toni
Montana en la película <b>Scarface </b>(1983), un film que reflexiona
sobre el poder, la ambición, y el precio que hay que pagar por ello. Dinero, drogas, mujeres objeto, y la brutalidad como eje
a través del cual se mueve la historia. La importancia del
contexto para comprender el valor de una proposición, el
emplazamiento de la enunciación legitima el discurso. La
verdad de <b>Montana</b> desde el lugar en que profiere la locución,
su autenticidad como ser grosero que no finge lo que no es,
convierte a su personaje en un ser genuino y veraz.
Habitamos una gran urdimbre hecha de siglos de civilización
y de evolución. La sociedad global de ahora está acotada por
múltiples reveses y enveses, limitada por tarifas y cifras y
una arquitectura enorme de intereses mercantiles que hacen
imposible la utopía del entendimiento universal entre los
seres humanos. </div>
<div style="text-align: justify;">
La red es el monolito extraño que todos tocamos
con miedo primero y envalentonados después. Como los homínidos
ficticios de<b> Kubrick,</b> la inteligencia llega por azar y lleva
al sujeto a una nueva fase, a un nuevo escalón evolutivo. La
falacia es el relato. Quienes manejan el cotarro mueven el
hilo tras el gran muro desde el que se arrojan las sombras que
van a parar a la pared del pobre, al paredón de las
desgraciadas de la miseria, el muro de la ignorancia. El papel
pintado del frente del salón alberga la televisión de 60
pulgadas, el teléfono móvil apoltrona al estudiante en el sofá
de su casa, las madres riñen a las profesoras serias porque no
ven la verdad de sus hijos ausentes, seres virtuales pueblan
el imaginario popular con historias de infidelidades, y
cambian sus rostros a ritmo de <b>Photoshop</b>. Todos quieren
participar del engaño. La metáfora sigue siendo un arma de
expresión, de denuncia, de despliegue pero también de
repliegue. Hacia un lugar donde hacer pie y ser auténtico. verdad está hecha de múltiples viseras que contemplan el cielo
estrellado desde lugares infinitos y amplios. La filosofía
pretende dar cuenta de esa inmensa red con conceptualizaciones
y discernimiento. </div>
<div style="text-align: justify;">
Denuncia las falacias, desarticula los
andamiajes ideológicas que nos aprisionan a las pseudo
verdades y las prebendas de quienes cotizan al alza los
argumentos espurios y las noticias falsas. Desenmascara,
reclama, rearticula e interpreta desde el logos, el viraje
hacia la regresión que supone la neomodernidad con su discurso
neoliberal, desanclado de valores, poblado de nanotecnología,
capaz de deshacer al individuo y convertirlo en un ser para la
nada. Pero la razón encuentra sus límites en lo inefable, por
lo que es la poesía la que toma el relevo y continúa el camino
por el incómodo sendero de lo real que no se deja atrapar por
conceptos (Nietzsche). </div>
<div style="text-align: justify;">
La<b> razón poética</b> (Zambrano) como
instrumento de conocimiento, como método, tal vez sea el
último reducto para trascender lo mundano y llegar al núcleo
de esa mónada escurridiza y endeble que es el ser humano. La
literatura como báculo, como instrumento plagado de resortes
que taladra el alma y descifra el código por el que acceder a
lo belleza se erige entonces como bastión frente a tanta
patraña, a tanto embuste, a tanta mendacidad.</div>
Mª Ascensión Marcelino Díazhttp://www.blogger.com/profile/08700978879207621261noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5016147792956111125.post-44797537101382100132019-12-06T12:08:00.001-08:002019-12-08T00:57:05.813-08:00Después, antes y durante. Notas para pensarte ahora (De mi poemario Interinidades)<br />
<br />
Te ocultas, sentado como mirando un cielo que no existe,<br />
y en tu parpadeo lento sé que te vuelves hacia ti mismo<br />
sin olvidar que un minúsculo, y vulnerable fragmento<br />
de tu ala izquierda sigue pegado a la bisectriz<br />
que me separa de ti y del resto del mundo.<br />
<br />
Rozas con tu pie derecho mi cadera,<br />
me vuelvo y te observo y te sonrío<br />
mientras las hojas secas se las lleva el viento, y<br />
la luz languidece y todas las promesas se tornan<br />
verdades como por ejemplo, que el amor atraviesa el tiempo<br />
o que la muerte es un espejismo en el que tu y yo nos perdemos, a veces.Mª Ascensión Marcelino Díazhttp://www.blogger.com/profile/08700978879207621261noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-5016147792956111125.post-73284884501468808912019-11-23T00:54:00.001-08:002019-11-23T00:54:25.874-08:00Apuntes para diciembre<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiiWNERdUEyQldp5l4OPSQQhh1z4z9-e8uu2Gba6iuqL7WadKJgcBZiMZNM_lctv0lmqjk1XXj9v7cCdCPZ7lvvPy9z4nNkuoyF-AEuHV32V4KWIm4s865D8807M5ANpXo72EwacJRpklLL/s1600/IMG_20191113_102843.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1200" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiiWNERdUEyQldp5l4OPSQQhh1z4z9-e8uu2Gba6iuqL7WadKJgcBZiMZNM_lctv0lmqjk1XXj9v7cCdCPZ7lvvPy9z4nNkuoyF-AEuHV32V4KWIm4s865D8807M5ANpXo72EwacJRpklLL/s320/IMG_20191113_102843.jpg" width="240" /></a></div>
<br />
Cuatro meses. El final y el principio. La batida se tornó encuentro. Un año atrás. O dos. Piedras, helechos, arena, agua. Sonrisa fingida. La sinceridad de la mirada. El beso emocionado en la mejilla. Personas y máscaras. Desencuentros. Comprendo. Me acerco a mí y le aprieto la mano. Todo va a salir bien. Observo sus pasos. Se desliza y apenas se mueve. Me detengo y pienso. Respiro y detallo mis intenciones en silencios y movimientos ascendentes. Mi nombre. Acarició las letras. Hoy. Tal vez.Mª Ascensión Marcelino Díazhttp://www.blogger.com/profile/08700978879207621261noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5016147792956111125.post-575721442395403012019-10-31T10:50:00.003-07:002019-10-31T11:32:17.721-07:00CienCien.<br />
<div style="text-align: justify;">
Polvo, musgo, transparente alga con un bolso sin abrir y un libro sin leer. La esperanza entre dos rostros,ninguna mirada, tal vez alguna que simula un sorbo de vino al anochecer. Pocas palabras y el amago amargo de encajar en un lugar sin roce ni costumbre. Huida hacia el fondo de mi escarcha. Táctil, fiel, resguardado de todo frío, Sodio susurra sus versos sin abrir sus páginas. Tomo nota y cuento hasta cien. La carretera amiga me lleva a casa sin hablar y la noche me abraza como debe abrazar a los solitarios caminantes que regresan, vencidos, al hogar.</div>
Mª Ascensión Marcelino Díazhttp://www.blogger.com/profile/08700978879207621261noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5016147792956111125.post-25254639516603884672019-09-24T06:09:00.002-07:002019-09-24T06:09:39.643-07:00Diá-logoEl diálogo es un medio de acercamiento a la verdad a través de la razón, no como convencimiento de que nuestra opinión es cierta sino como estrategia o herramienta racional que nos permite encontrar argumentos y fundamentos para sostenerla o para cambiarla.Mª Ascensión Marcelino Díazhttp://www.blogger.com/profile/08700978879207621261noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5016147792956111125.post-80763727772461962532019-08-03T06:32:00.005-07:002019-08-03T09:13:57.600-07:00AMORES LÍQUIDOS <br />
<div class="MsoNormal" style="background: #FFF9EE; line-height: 150%; margin-bottom: 12.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="background: white; font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> He vuelto a casa, a los cincuenta metros cuadrados a los que
algunos llaman ático aunque no sea más que el piso más pequeño de la cuarta
planta de la calle Escuela, en pleno centro de Chiclana. No lo hecho
inmediatamente, me he tomado mi tiempo. Después de dejarla en Arranz he conducido
con gusto, he pensado poco, he puesto el disco de The Clash y no he parado de
canturrear durante todo el trayecto de vuelta. Aún olía el asiento del copiloto
a su perfume, no al que acostumbra a llevar sino al otro que se puso cuando la
llevé a casa, un Lolita que olía duro. En cierta manera me alegré de oler a
nadie, para dejar de pensar en ella rápido, más rápido de lo que suelo hacer. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: #FFF9EE; line-height: 150%; margin-bottom: 12.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="background: white; font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> Desconecto pensando en otra, o en el fútbol o en la última reunión del
partido. Sebastián no lo hace mal, toma decisiones, ordena y manda
como quien pide un favor pero mirando a los ojos con decisión y distancia. No
hay dudas cuando mi jefe me pide que le redacte el informe del comisionado o
que haga la llamada a la embajada de K. Así miro yo también a Raquel, cuando
le señalo el camino que quiero que tomen sus manos y las arrastro hacia mi
polla, hasta hacerme olvidar que soy Iván, que tengo 45 años y que cada noche
ceno solo delante del televisor. Podría cenar con Estrella, como lo he estado
haciendo durante los últimos cuatro años, no todas las noches, sí las alternas,
las que podía y quería, o ella me dejaba querer. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: #FFF9EE; line-height: 150%; margin-bottom: 12.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="background: white; font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> Volvía de Sotador y conducía
un rato hasta su casa, a las afueras de la ciudad, a veinte metros de la playa,
cogidos de la cintura. Sus finos labios me sonreían llenos de entusiasmo
porque la agarraba como ella quería, como si me perteneciera, ella que parecía
no querer ser de nadie y yo que parecía no querer ser dueño de nada, cerraba
los ojos y la besaba sin mirar su boca, deslizando la punta de mi lengua entre
sus dientes sólo un poquito, para que fantaseara con la ilusión de ser mi
dueña.</span><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><o:p></o:p></span></div>
<br />Mª Ascensión Marcelino Díazhttp://www.blogger.com/profile/08700978879207621261noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5016147792956111125.post-18329728334246094502019-08-03T05:51:00.000-07:002019-08-03T05:51:28.179-07:00La búsqueda de la felicidad, de Dominic Savage.<span style="background-color: white; color: #1c1e21; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px;"><br /></span>
<br />
<img src="https://external.fmad8-1.fna.fbcdn.net/safe_image.php?d=AQAbHLDjQ6rggryA&w=540&h=282&url=https%3A%2F%2Fwww.lavanguardia.com%2Fr%2FGODO%2FLV%2Fp5%2FWebSite%2F2018%2F12%2F13%2FRecortada%2Fimg_abordera_20181213-171121_imagenes_lv_otras_fuentes_feli-kucE-U453534432084N3C-992x558%40LaVanguardia-Web.PNG&cfs=1&upscale=1&fallback=news_d_placeholder_publisher&_nc_hash=AQBuCp_ZGNsnrViM" /><br />
<span style="background-color: white; color: #1c1e21; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px;"><br /></span>
<a href="https://www.lavanguardia.com/cine/20181214/453534432084/dominic-savage-la-busqueda-de-la-felicidad-estrenos-cine-video-seo-ext.html?fbclid=IwAR2m0atLn0kEUOmmDYmD7AehS0KPmUO45SqG8rH-KXOIavWQAuD_CQTkHTs" style="font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px;">https://www.lavanguardia.com/cine/20181214/453534432084/dominic-savage-la-busqueda-de-la-felicidad-estrenos-cine-video-seo-ext.html?s</a><br />
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="background-color: white; color: #1c1e21; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif;">Una película con la que muchas podrían identificarse. Yo, que fui madre muy joven, casada y con muchas cargas y obligaciones familiares, nunca cejé en mi deseo y en mi sueño que fueron desde siempre dedicarme a la filosofía y a la literatura. Por eso estudiaba duramente, compaginando crianza, cuidados y trabajo. Mi empeño y mi no claudicación a mi proyecto de vida, forjados en la niñez y en la adolescencia, me salvaron y me permitieron llegar a tener un cuarto propio y di</span><span class="text_exposed_show" style="background-color: white; color: #1c1e21; display: inline; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif;">nero para no depender de nadie, como recomendaba sabiamente Virginia Woolf. Por el camino quedaron muchas cosas pero conseguí la libertad de ser yo misma, el camino certero para ser feliz. La búsqueda de la felicidad ( la mística de la feminidad de B. Friedan resuena intensamente), es una película de rotura interior y de la necesidad de recuperar la libertad y el sentido de tu propia vida.</span></span></div>
Mª Ascensión Marcelino Díazhttp://www.blogger.com/profile/08700978879207621261noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5016147792956111125.post-42472865449374868812019-07-30T11:37:00.001-07:002019-07-30T12:31:32.301-07:00Final de trayecto<div class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "times new roman" , serif; line-height: 150%;"><span style="font-size: large;"> La única suerte de Berta López fue ser la
hermana de un genio. Eso pensaba cada
mañana al despertarse, antes de poner un pie en el suelo, de calzarse las
zapatillas, de sentarse en la taza del váter. Durante años creyó que su hermano
debió de ser la respuesta a la plegaria de su madre, y ella, la
primogénita, nacida al margen de todo pacto con dios, la semilla que el azar alojó en su vientre. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "times new roman" , serif; line-height: 150%;"><span style="font-size: large;"> La mujer de la maleta
roja recuerda con todo detalle la habitación
en penumbra. Amanecía y una luz tintada dominaba el cuarto del Samuel. Entonces el
pequeño y blanco envoltorio rompía a llorar y el silencio estallaba en pisadas
y en susurros que procedían del otro lado de la pared. La escena siguiente es
una variación de la primera aunque los ruidos se suceden a un ritmo más
armonioso. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "times new roman" , serif; line-height: 150%;"><span style="font-size: large;"> Su madre abraza a la criatura y baila con ella mientras entona una
canción de cuna. El llanto del niño forma parte de los arpegios y semicorcheas
que emborronan las paredes de la casa. El bebé llora con nervio, en cada lugar
en que se encuentra deja algo de sí, un olor, un gemido, una risa bañada en
leche. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "times new roman" , serif; line-height: 150%;"><span style="font-size: large;"> El amor es un dolor en el centro del
pecho, un presentimiento de que todo lo que es real se desintegrará sin
remedio. Sus piernas, su pelo, los dedos de sus manos cada vez más pequeñas,
invisibles, parecen no pertenecer a su cuerpo. Ella ya no es nadie. Todos
miran algo envuelto en trapos, de boca
abierta y de ojos como arañazos. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "times new roman" , serif; line-height: 150%;"><span style="font-size: large;"> Comenzó a odiar a esa criatura roja y peluda
desde el mismo momento en que empezó a abultar en el vientre de su madre. Las
ausencias de ella y la escasa atención
que empezó a prestar a lo que había a su alrededor, fueron la señal de que el
cielo nunca volvería a ser azul y de que todo lo que había que tomar del mundo
estaría siempre cubierto de escarcha y de ausencia. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "times new roman" , serif; line-height: 150%;"><span style="font-size: large;"> Berta aprendió a convivir
con la rabia de no ser ella sola el punto al que convergía la única mirada que deseaba atrapar, el único aliento que su pequeña nariz deseaba
aspirar, la mano de la que no soltarse nunca, los dedos pequeños y huesudos de
su madre.</span></span><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: large;"> </span><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: large;"> </span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "times new roman" , serif; line-height: 150%;"><span style="font-size: large;"> No le importaba llegar a tiempo. Podría
viajar a cualquier parte y el cristal
roto de la ventanilla del tren la acompañaría fragmentado en miles de diminutos
trozos de vidrio. El invierno estaba por llegar pero una gota de sudor se
deslizaba por su espalda hasta quedar aplastada en la frontera elástica de las
bragas de algodón y de las medias negras
de licra. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "times new roman" , serif; line-height: 150%;"><span style="font-size: large;"> Se levantó y se estiró la falda de tubo ante la mirada disimulada de
dos hombres que, sentados frente ella, observaban su reflejo en los cristales sucios y esmirriados
de la ventanilla del tren. Salió del vagón buscando el baño que se encontraba dos
compartimentos más allá, sacudida por los movimientos zigzagueantes del tren. Llegó
hasta el minúsculo excusado al que no le faltaba un espejo en el que mirarse la
pequeña cicatriz que le cruzaba una parte de la mejilla izquierda. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "times new roman" , serif; line-height: 150%;"><span style="font-size: large;"> El grifo en su continuo goteo, hilaba un
discurso rítmico y monótono y cada átomo que se estrellaba contra el zinc del
lavabo significa un segundo de más o de menos, según se mirase, hacia delante
donde habitaba la esperanza, o de regreso a un tiempo indefinidamente
clausurado. B</span></span><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: large;">erta ya no era una niña infausta
eclipsada por su hermano menor sino una escritora de cierto éxito </span><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: large;">que vivía bajo un nombre falso y de una
escritura sin rima. </span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: large;"> Sabía lo que le ocurriría a los demás pero de sí misma
ignoraba cómo enfrentarse a la soledad</span><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: large;"> </span><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: large;">y
al vacío. Las cartas que </span><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: large;"> </span><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: large;">escribía a su
amante imaginario cuando los latidos del sexo la empujaban a levantarse de
madrugada de la cama, eran destruidas a la mañana siguiente, hechas jirones que
convertía en minúsculas bolitas que después tiraba al retrete y bañaba con el
agua de la cisterna.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "times new roman" , serif; line-height: 150%;"><span style="font-size: large;"> La
luna parecía ofrecer mejores viandas a aquellos que creen en el poder de las
estrellas.Tan lejana, tan hermosa, tan<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>llena de mentira, tan blanda en su apariencia distante. Su hermano era
el sol, el centro del universo.Y entonces, se murió.De repente. No despertó aquella
mañana de lluvia y de olor a manzana. Su mano<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>se<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>agarraba aún a la almohada
como queriendo no caer en un mal sueño y el rostro blanco y pálido mostraba sus
ojos azules semicerrados,sombreados por unas<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>largas pestañas enlutadas y húmedas.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "times new roman" , serif; line-height: 150%;"><span style="font-size: large;"> Luego, la noche infinita, el vacío como clausura del tiempo, el llanto,
los gritos, el dolor de la madre, la tristeza del padre. La muerte súbita de su hermano menor no convirtió a Berta en el centro de los afectos
de sí misma. No se sintió viva con su pérdida como sí consiguió estarlo
con<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>su nacimiento. Samuel la hizo mortal
con su presencia y la arrojó al absurdo con su inadmisible salida fuera
del<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>tiempo. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "times new roman" , serif; line-height: 150%;"><span style="font-size: large;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>-Su billete, señora. –El cobrador del tren
alargó la mano y marcó el tique que le ofrecía Berta. Aún no había anochecido
pero la oscuridad bizqueaba en esa otredad en que se había ido convirtiendo la
tarde. También su pensamiento parecía devenir en otro. Sus ojos inmensamente
claros se cerraban con resistencia bajo el peso de los párpados, hinchados y
brillantes. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "times new roman" , serif; line-height: 150%;"><span style="font-size: large;"> Se frotó la mejilla y el tejido de la piel parecía más blando que
de costumbre. La felicidad no era duradera, sólo existían ciertos
momentos,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>pedazos prestados de tiempo.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "times new roman" , serif; line-height: 150%;"><span style="font-size: large;"> Durante treinta años no había amado a nadie, no había sentido apego por ningún
ser vivo, excepto por Samuel, el ser al que más había odiado en el mundo, pero su marcha la dejó sin motivos, liberándola de la
desafección<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>hasta transformar la rabia
en amor al hermano muerto.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "times new roman" , serif; line-height: 150%;"><span style="font-size: large;"> La
oscuridad era total cuando llegó a su
destino. Las maletas aguardaban a un lado de la puerta de salida del vagón.
Miró a su alrededor. La claridad del
interior contrastaba con la negritud del exterior del tren. Buscó la luna llena
pero sólo encontró el techo fuliginoso de una vieja estación de provincias. </span><span style="font-size: 12pt;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="font-size: 12pt; line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">
<br /></div>
<br />Mª Ascensión Marcelino Díazhttp://www.blogger.com/profile/08700978879207621261noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-5016147792956111125.post-9655610493568731012019-07-29T06:25:00.002-07:002019-07-29T06:25:18.837-07:00Dos poemarios : Interinidades y Semipresencial (inéditos), un libro de relatos: Sodio (inédito) y un nuevo poemario en marcha cuyo nombre no puedo desvelar.....Mª Ascensión Marcelino Díazhttp://www.blogger.com/profile/08700978879207621261noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-5016147792956111125.post-43812594388980499032019-07-28T10:52:00.001-07:002019-07-30T11:58:49.551-07:00Sodio es un libro de relatos cortos, inédito, que escribí en la primera década de 2000. Algunos de sus relatos fueron publicados en la revista Murray Magazine y otros son totalmente inéditos. Hoy he decidido compartirlos con vosotr@s, de modo que iré subiendo los relatos al blog durante este verano. Comienzo con La Traductora bilingüe. <b><br /></b>
<br />
<div class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><span style="mso-spacerun: yes;"><b>LA TRADUCTORA BILINGÜE </b></span></span><br />
<div class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman", serif; font-size: 12pt;"> Describir un paisaje no es
vivirlo. Escribir sobre la luz que irradia desde un tejado cuya única urdimbre
es una cota de malla repleta de minúsculos agujeros, es jugar con las palabras
que horadan la realidad como el taladro del albañil saquea la piedra y la
vence.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"> A Ción le era difícil
hablar. Ser bilingüe es un regalo de la vida, le había dicho su abuela en algún
momento. Durante años había tenido que traducir cada palabra, rehacer las
estructuras tan aparentemente fijas de su lengua, lo que le había restado
naturalidad y creado dificultades para entablar conversación con los demás. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"> Dominar varios idiomas, acceder a otras con la facilidad con la que
cualquiera podía enhebrar una aguja, habían sido un orgullo y al mismo tiempo,
un lastre. Pero ya no era la niña australiana, hija de españoles, que soñaba
con vivir algún día en el país de su padre. Ahora era una mujer dispuesta a
hablar y con un curriculum en la carpeta. Lo que había sido un problema, de
pronto se había vuelto una ventaja. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"> La costumbre de la
traducción, que le había impedido ser espontánea y condenado al silencio
voluntario, se convirtió de pronto en la única oportunidad de cambio. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"> La academia Estoa se situaba
en pleno centro de la ciudad, en una calle concurrida de bancos y de comercios.
Su fachada, una puerta con una placa de metacrilato amarillento como único
reclamo para un centro de estudios que ofrecía clases particulares de todas las
asignaturas, para todos los niveles, en todos los meses del año. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"> Una vez franqueada la
entrada, el patio de luces invitaba a la experiencia de la perplejidad. Del
antiguo abolengo del inmueble sólo quedaban los baldones de la pobreza. El
suelo sobre el que iba pisando mostraba
dibujos geométricos dispuestos en cuadros resquebrajados y ennegrecidos, ocre,
negro y blanco roto, junto al verde seco de la altísima palmera que se
levantaba en medio del patio. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"> Había comenzado a subir los
escalones casi de puntillas y con una mano se aferraba a la barandilla mientras
que con la otra se sujetaba el bolso que le colgaba del hombro. Deshazte de lo innecesario, murmuraba para
sí.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"> Antes de llegar al último
escalón, Ción Reina se había soltado la melena, guardado los pendientes en el
bolsillo de la chaqueta y pasado la lengua por última vez (se prometió) por los labios.<b><o:p></o:p></b></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<b><span style="color: red; font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"> </span></b><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">La luz se
había hecho más intensa, el suelo dejó de tener dibujos y se tornó grisáceo,
como las paredes del pequeño despacho del que procedían las voces que la habían
guiado hasta allí. La visión de un hombre
que le recordaba a un buey y su invisible olor a violencia contenida se
mezclaban ahora con el no color de las paredes y del escaso mobiliario de
la habitación. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"> Entonces se le disparó. El
corazón le había comenzado a latir con
fuerza durante los tres o cuatro segundos que mediaron entre su intención de
dar los buenos días y el buenos días que finalmente profirió. Los dos
individuos que se hallaban dentro del cuchitril la miraron sin interés pero
contestaron al saludo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<b><sup><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"> ___</span></sup></b><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Quisiera hablar con el director del centro, si es posible.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<b><sup><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"> ___</span></sup></b><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">No está </span><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"> </span><b><sup><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">___</span></sup></b><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">dijo el menos robusto de los dos hombres. </span><b><sup><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">___</span></sup></b><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">¿Para qué lo quieres?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<b><sup><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"> ___</span></sup></b><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Para entregarle un currículum.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<b><sup><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"> ___</span></sup></b><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">¿Y tiene que ser personalmente? Lo puedes dejar aquí.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<b><sup><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"> ___</span></sup></b><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Prefiero dárselo en mano. ¿Sabe cuándo va a volver? ¿Tardará mucho?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<b><sup><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"> ___</span></sup></b><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">No tengo ni idea. A lo mejor, ni viene en todo el día. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"> Ción dejó el porta
documento de plástico transparente sobre la mesa, volvió a mojarse los labios,
esta vez para decir adiós, pero el hombre buey y el presunto secretario que la
había atendido se hallaban ya inmersos en un nuevo diálogo que ella prefirió no
interrumpir. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"> Cruzó el pasillo de luz
hacia las escaleras sin decir ni una palabra y comenzó a bajarlas con el mismo
sigilo con el que subió. Cuando llegó abajó, reparó en algo que no había estado
antes. Un perro negro, atado a la palmera con una cadena, la observaba en
silencio.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<br /></div>
<br /></div>
Mª Ascensión Marcelino Díazhttp://www.blogger.com/profile/08700978879207621261noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-5016147792956111125.post-49371448767272644782019-07-17T05:47:00.001-07:002019-07-17T05:49:48.798-07:00Siete palabras<span style="font-size: large;"><br /></span>
<div dir="ltr" style="line-height: 1.2; margin-bottom: 10pt; margin-top: 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: large; white-space: pre-wrap;">Dicen que toda está escrito, que el mar de la poesía está infestado de botes salvavidas y de botellas de oxígeno, pero cuando abro las ventanas, los aires destilan conjeturas que ponen en duda un paisaje agotado, transido de hastío, de trillado trigo, de versos que no son versos, de máscaras y de configuraciones que sestean a la sombra de vaguedades y lugares comunes. </span><span style="font-family: "times new roman"; font-size: large; white-space: pre-wrap;">En el moscardón que vuela alrededor de mi sombrilla, o en la cuerda tercera de un concierto de alas batidas de violines invernales, descubro la respuesta a la pregunta que cada día enlazo a mis intuiciones: si no hay dios qué hay sino esta tierra que me inunda y ésta agua a la que me lanzo hecha de líneas atemporales concéntricas a un punto que puede ser tu risa, mi pecho, o el tiraje intercostal que me provoca tu mirada atenta. </span><span style="font-family: "times new roman"; font-size: large; white-space: pre-wrap;">Mi palabra nace hablada, sus significantes pespuntean en mi lengua pugnando por parirse en el amanecer de una nueva idea y cosquillean el paladar cuando doblan sus raíces en significados que juegan con la luna y con tus manos. En el lugar de los ojos de la inteligencia, allí donde las miro, absorta en la entelequia de sus cuerpos móviles, descubro nuevas verdades, océanos de signos transcritos en voces que como pájaros revolotean frenéticas alrededor de un cielo siempre nuevo. </span><span style="font-family: "times new roman"; font-size: large; white-space: pre-wrap;">Yo no soy mundo, no soy pez, soy ave plateada, bucanera sin barco, sol y sombra de mi propia luz, exploradora de recuerdos que tiendan un puente entre el ayer y el mañana, para lanzar el cable que me lleve a mis flores, al bosque de mi niñez, a las calles, a la nieve sucia de mis primeros gritos, de mis primeros juegos, a las cuestas que llevan a más cuestas, al rubio de tu pelo liso, a la vejez de la anciana rosa. </span><span style="font-family: "times new roman"; font-size: large; white-space: pre-wrap;">Siete palabras, cantadas, acariciadas, mecidas en la garganta para que surjan sanas, sedosas, siete razones para tejer mallas, coger lombrices y pescar atunes , saborear el vino bebido de tu boca, y seguir construyendo buques, surcar espacios infinitos y esperar que la metáfora transforme mis brazos en alas. </span><span style="font-family: "times new roman"; font-size: large; white-space: pre-wrap;">Dicen.</span></div>
<h2 style="line-height: 1.3800000000000001; margin-bottom: 10pt; margin-top: 10pt;">
<span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "times new roman"; font-size: 12pt; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">
</span></h2>
<br />
<div>
<span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "times new roman"; font-size: 12pt; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre;"><br /></span></div>
Mª Ascensión Marcelino Díazhttp://www.blogger.com/profile/08700978879207621261noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5016147792956111125.post-68262563504319514912019-07-15T12:10:00.003-07:002019-07-15T12:21:54.275-07:00Si queréis saber más de mi defensa de tesis titulada "La recepción de Judith Butler en el feminismo filosófico español", os dejo el enlace del blog Filosofía en Cádiz<br />
<a href="http://filosofiacadiz.blogspot.com/2019/07/1-de-julio-defensa-de-la-tesis-doctoral.html">http://filosofiacadiz.blogspot.com/2019/07/1-de-julio-defensa-de-la-tesis-doctoral.html</a>Mª Ascensión Marcelino Díazhttp://www.blogger.com/profile/08700978879207621261noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5016147792956111125.post-27896822227400780672019-07-11T10:40:00.002-07:002019-07-11T10:44:47.218-07:00Algunas fotos de mi defensa de tesis<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjgWJmm9rlvJ1njL6aOTD9XeL8A5PBpedZGvyfeyfuhWIjwMLgS0bNHKPUZqMznWBhSC6KyITpv1w0L_NpoweIOZLQoIlVifxOqUu-ZoF67NAxMa5sdgkfxz22-jZk0j_9H7q1EXl9arfW0/s1600/IMG-20190701-WA0026%257E3.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="768" data-original-width="1024" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjgWJmm9rlvJ1njL6aOTD9XeL8A5PBpedZGvyfeyfuhWIjwMLgS0bNHKPUZqMznWBhSC6KyITpv1w0L_NpoweIOZLQoIlVifxOqUu-ZoF67NAxMa5sdgkfxz22-jZk0j_9H7q1EXl9arfW0/s320/IMG-20190701-WA0026%257E3.jpg" width="320" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjMmIaBUQDLNAeQqhy6RupChnMdQuUjCYXD_W-h1CQ7GaBPkPvD7dbTROyPPV5iJ0pXft8hfqaad_n2_xqPTEq89k1Ov92cEDkrSO_Vl0W9izaaCcgI5DFHRjmAoiFGGeHTUptg1ZP5C_T_/s1600/IMG-20190701-WA0022%257E2.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="768" data-original-width="1024" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjMmIaBUQDLNAeQqhy6RupChnMdQuUjCYXD_W-h1CQ7GaBPkPvD7dbTROyPPV5iJ0pXft8hfqaad_n2_xqPTEq89k1Ov92cEDkrSO_Vl0W9izaaCcgI5DFHRjmAoiFGGeHTUptg1ZP5C_T_/s320/IMG-20190701-WA0022%257E2.jpg" width="320" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgVVXniyHgfC9lqWp3WQaw2vcerhyjnPagglnNVQ088qi8ofEyTx9H7lcDaKPbxyzNunfpcKCUep4_cVmDmC3SX5SyaeeIEf5B0td5-BnvRyJAnJVfCJyk_6AK8WkSy2tQX9M6qnqsaVhkD/s1600/IMG-20190701-WA0009.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1024" data-original-width="768" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgVVXniyHgfC9lqWp3WQaw2vcerhyjnPagglnNVQ088qi8ofEyTx9H7lcDaKPbxyzNunfpcKCUep4_cVmDmC3SX5SyaeeIEf5B0td5-BnvRyJAnJVfCJyk_6AK8WkSy2tQX9M6qnqsaVhkD/s320/IMG-20190701-WA0009.jpg" width="240" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiPZGNn_GtVl8fHUbILXyyXlrozE8UYOuxT4v9YdCIbwePNXlNhXgSPyEzqmEFWiBCZwLmfUNmP6gqQOP8At_4cZ9SbStEVEdOd0YSOF_N34-XEpgU9ny7qnk5BPBdcULm53VI03ZYTqKm_/s1600/IMG-20190701-WA0003%257E2.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="768" data-original-width="1024" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiPZGNn_GtVl8fHUbILXyyXlrozE8UYOuxT4v9YdCIbwePNXlNhXgSPyEzqmEFWiBCZwLmfUNmP6gqQOP8At_4cZ9SbStEVEdOd0YSOF_N34-XEpgU9ny7qnk5BPBdcULm53VI03ZYTqKm_/s320/IMG-20190701-WA0003%257E2.jpg" width="320" /></a></div>
<br />Mª Ascensión Marcelino Díazhttp://www.blogger.com/profile/08700978879207621261noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5016147792956111125.post-33498646639366964082019-07-11T10:35:00.000-07:002019-07-11T10:35:09.418-07:00Resignificando la tuna. Una perspectiva feministahttps://issuu.com/legajosdetuna/docs/legajos_de_tuna._n__5/12<br />
Editorial: Resignificando la Tuna. Una perspectiva Feminista<br />
<br />
Hace tiempo el Director de la revista me pidió que escribiera sobre la tuna desde una perspectiva feminista, habida cuenta de los ataques que viene recibiendo desde ciertos sectores muy críticos con lo que lo que ésta representa. No voy a remontarme a sus orígenes, ni a tratar de clarificar el significado que tiene desde el punto de vista musical, cultural, social y económico. De lo que tra-taré es de aclarar, desde mi perspectiva como feminista, la relación entre tuna y feminismo, que lejos de ser “peligrosa”, puede ser altamente provechosa. Para ello intentaré resignificar a la tuna, dándole un significado alejado del sentido al uso que se tiene de ella y más próxima a lo que re-presenta en nuestros días.<br />
<span style="white-space: pre;"> </span><br />
La tuna no tiene buena prensa. Desde ciertos sectores de la sociedad, el tuno es sinónimo de pijo, referente de prácticas amorosos arcaicas y trasnochadas, propias de otro tiempo felizmente supe-rado por el progreso y la modernidad. Es visto como un machito que acosa a las mujeres, vestido con mallas y capa, muy identificado con la España franquista y, por tanto, representativo de va-lores caducos, conservadores y machistas. Su ronda es vista como exponente de un concepto de a-mor romántico que convierte a las mujeres en objetos amorosos y las relega a un papel secundario y desigual. Para muchos es algo casposo, masculinista, antiguo y ridículo. Pero la tuna no es un ente abstracto. La del siglo XIX formada únicamente por varones no es la del XXI. En el XIX, Concepción Arenal, asistía a clases de Derecho en la Universidad de Madrid disfrazada de hom-bre, y el número de mujeres matriculadas en la universidad española entre 1882 y 1910 era de 36. Hoy, a la universidad asiste cada cual vestido como quiere y el número de mujeres matriculadas ya supera al de los hombres. La tuna del presente se ha diversificado y deviene en prácticas moti-vadas por un cambio de mentalidad más acorde al contexto histórico y social en el que vivimos. Ahora las mujeres también son tunas, y salen a la calle tocando y cantando como ellos, pasando la pandereta, concursando en certámenes… ¿Se trata de imitación de los roles masculinos, copia de una práctica de un discurso heterocentrado que convierte a las femeninas en sucedáneos de sus homólogos varones? ¿Las tunas femeninas son machistas? ¿Son valedoras de una tradición que las convierte en costillas de Adán? ¿O por el contrario podemos hablar de tunas feministas en las que las mujeres defienden su derecho a tunar, rondar, cantar y apropiarse de los espacios calleje-ros, plazas y bares, a ser vistas y oídas y miradas como iguales y no como idénticas? Ahí quizá esté la clave de la transformación de una visión cargada de prejuicios y tópicos en otra donde se contemplen antiguas tradiciones adaptadas a los nuevos tiempos, donde la libertad de expresión, incluso en los costumbrismos musicales, sea no sólo un derecho, sino también un hecho. La tuna es una manifestación cultural de nuestro país, de Portugal y de países americanos. Las hay mixtas y segregadas, y con manera de ser propias de cada lugar. Es una forma musical y vital legítima como otra cualquiera y hay que defender, independientemente de que compartamos o no sus valo-res, su derecho a existir. Ser tuna o tuno es la libre expresión de una estética artística existencial, tan legítima como cualquier otra. Se puede ser tuno y feminista de la misma manera que se puede ser revolucionario y machista, aunque esto último, no se deba. Resignificar la tuna es, por tanto, verla desde los ojos del presente como una tradición musical que no fomenta ni el clasismo ni el machismo, sin dependencias económicas de instituciones y partidos políticos sino sufragada por los propios bolsillos de sus constituyentes, y que ha logrado sobrevivir a tanta importación musi-cal extranjera manteniéndose como parte de un patrimonio cultural propio, pero adaptada a las exigencias de una sociedad diversa y plural, en donde todas las formas culturales tengan cabida.<br />
<br />
<div>
<br /></div>
Mª Ascensión Marcelino Díazhttp://www.blogger.com/profile/08700978879207621261noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5016147792956111125.post-80944640079412873962019-07-06T11:51:00.000-07:002019-07-06T11:54:15.782-07:00El 1 de julio defendí mi tesis doctoral en la UCA. El pasado lunes 1 de julio defendí mi tesis doctoral, dirigida por Francisco Vázquez García, en la Universidad de Cádiz. El título de mi trabajo es "La recepción de Judith Butler en el feminismo filosófico español". El tribunal estuvo constituído por Cocha Roldán Panadero (Presidenta), Jesús González Fisac (Secretario) y Mª José Guerra Palmero (Vocal). La calificación fue de <b>Sobresaliente CUM LAUDE. </b>Dejo el siguiente enlace para que podáis acceder a la información de una manera más completa. Después de duros años de trabajo, de compaginar mis estudios de doctorado y mi investigación con la docencia en diversos institutos de Cádiz y de Sevilla, he logrado terminar con éxito mi tesis y completar un ciclo muy importante y especial para mi. Mis agradecimientos a todas las personas que me quieren y que me han acompañado durante este trayecto.<br />
<br />
<a href="http://filosofiacadiz.blogspot.com/2019/07/1-de-julio-defensa-de-la-tesis-doctoral.html?m=1">http://filosofiacadiz.blogspot.com/2019/07/1-de-julio-defensa-de-la-tesis-doctoral.html?m=1</a>Mª Ascensión Marcelino Díazhttp://www.blogger.com/profile/08700978879207621261noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5016147792956111125.post-2957364004845872502019-05-15T07:54:00.000-07:002019-05-15T07:54:02.449-07:00Todos quierenTodos quieren salir en el libro de los poetas olvidados. Dicen que da prestigio habitar la desmemoria.<br />
La escritora rima sus versos y busca un nombre para su dolor.<br />
El poeta de renombre se cita a si mismo durante largas noches de insomnio.<br />
Conjura su omisión con tragos de papel y tinta.<br />
La chaqueta de trabajo pende del hilo que enhebra leyendo a la poeta que no le pidió nada.<br />
Nadie quiere salir del mundo desnudo y mudo.<br />
Con sebo en la piel, y sangre, y lágrimas.Mª Ascensión Marcelino Díazhttp://www.blogger.com/profile/08700978879207621261noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5016147792956111125.post-31485169229058057642018-04-09T01:22:00.003-07:002018-04-09T13:14:36.234-07:00Os dejo el enlace de mi lectura del manifiesto que escribí para el 8 de marzo y que leí en la plaza de las monjas, antes de iniciar la manifestación por el día internacional de las mujeres, en Bornos . Faltan los primeros segundos, en los que saludo a gitanas,payas y emigradas. HARTAS <br />
<a href="https://drive.google.com/open?id=14CLFJztQpi7lu2p__vRzHNh8NtQmgVjp">https://drive.google.com/open?id=14CLFJztQpi7lu2p__vRzHNh8NtQmgVjp</a><span id="goog_1600546929"></span><a href="https://www.blogger.com/"></a><span id="goog_1600546930"></span><br />
<br />Mª Ascensión Marcelino Díazhttp://www.blogger.com/profile/08700978879207621261noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5016147792956111125.post-39854517812975666022018-03-13T05:04:00.000-07:002018-04-08T23:45:55.157-07:00En las noticias de la sierra, pequeña entrevista que me hacen como organizadora de la manifestación 8 M en Bornoshttps://youtu.be/BG3JpGOiEVAMª Ascensión Marcelino Díazhttp://www.blogger.com/profile/08700978879207621261noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5016147792956111125.post-2999777069184992752018-02-12T23:50:00.000-08:002018-02-12T23:53:19.002-08:00Judith Butler: lesbiana, mujer, judía, queer, filósofa. Mi artículo para la revista de filosofía Reflexiones Marginales, de la universidad nacional autónoma de México<h1 class="entry-title" itemprop="name">
Judith Butler: lesbiana, mujer, judía, queer, filósofa</h1>
<div class="meta-info">
<span class="entry-author">
<a href="https://2018.reflexionesmarginales.com/author/maascensionmarcelinodiaz/">Ma. Ascensión Marcelino Díaz</a>,
</span>
<time class="entry-date" content="2018-02-01" datetime="2018-02-01T02:56:26+00:00">
February 1, 2018 </time>
<br />
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</div>
<div class="thumb-wrap">
<img alt="Judith Butler: lesbiana, mujer, judía, queer, filósofa" class="entry-thumb" itemprop="image" src="https://2018.reflexionesmarginales.com/wp-content/uploads/2018/02/7..jpg" title="Judith Butler: lesbiana, mujer, judía, queer, filósofa" /></div>
<div class="text-content">
<b>Resumen</b><b> </b><br />
Judith Butler es una de las filósofas estadounidenses más influyentes
e innovadoras de la actualidad. En la década de los años ochenta
comienza a extenderse su producción teórica y a conocerse
internacionalmente. Al comienzo de la siguiente década (1990) publica <i>Gender Trouble</i>. <i>Feminism and the subversión of Identity</i>, texto indispensable para el movimiento feminista y para la teoría <i>queer</i>.
La importancia que su filosofía ha ido adquiriendo desde sus primeros
escritos hasta la actualidad, extendiéndose por todo el mundo, en el
campo del feminismo filosófico, pero también de la política, el arte o
la crítica social, justifican este trabajo que tiene por objetivo
conocer a la persona que hay detrás del personaje con el fin de
comprender tanto su acogida como su rechazo por parte del feminismo
filosófico.<br />
<b>Palabras clave: </b>género, identidad, performatividad, queer, feminismo, crítica social.<br />
<br />
<b>Abstract</b><br />
Judith Butler is one of the most important American philosophers as
well as one of the most influential and innovative structuralist
philosophers at present. During the eighties her theoretical production
started to spread all over the world and in 1990 she published <i>Gender Trouble. Feminism and the subversion of Identity</i>,
an essential text for the feminist movement and queer theory. The
influence of her work not only in politics but art or social criticism,
justifies my work which has, as main objective, meeting the person who
lies behind the character in order to understand not only the reception
but also the rejection from a part of the philosophical feminism.<br />
<b>Keywords</b>: gender, identity, performativity, queer, feminism, social criticism.<br />
<br />
Judith Butler es una de las filósofas postestructuralistas<a href="https://2018.reflexionesmarginales.com/judith-butler-lesbiana-mujer-judia-queer-filosofa/#_edn1" name="_ednref1">[1]</a>
más influyentes e innovadoras de la actualidad. Sus teorías provocan
tanto adhesiones como rechazo porque sus propuestas sobre el género y el
sexo han creado grandes controversias en el feminismo y en los estudios
de género. Por otro lado, el término “adhesiones” queda un tanto frío,
teniendo en cuenta la enorme popularidad que ha alcanzado hasta quedar
consagrada en algunos círculos como heroína y estandarte de movimientos
que han encontrado, en ella, su voz. Hablar, por tanto, de adhesiones,
es restarle el entusiasmo y la pasión que su figura suscita entre sus
seguidores. Además, teniendo en cuenta que levanta pasiones, no podemos
olvidar que también, y con la misma intensidad, levanta rechazo,
críticas, incluso odios. Su teoría de la performatividad, por ejemplo,
provoca lo que Patricia Soley-Beltrán y Leticia Sabsay<a href="https://2018.reflexionesmarginales.com/judith-butler-lesbiana-mujer-judia-queer-filosofa/#_edn2" name="_ednref2">[2]</a>
llaman “butlerofilia” o “butlerofobia” y se habla del “giro
performativo” como antaño se hablaba del giro copernicano kantiano: como
un cambio radical en la perspectiva con que se tratan las cuestiones
sobre el sexo y el género. Judith Butler es una filósofa cuya influencia
abarca —hablamos por ello de interdisciplinariedad y
multidisciplinariedad—, desde la teoría y el activismo feminista y <i>queer</i>,
hasta los estudios de género, la teoría poscolonial, la sociología, los
estudios culturales y visuales (arte y cine), el análisis literario, el
derecho, el psicoanálisis, la filosofía política y la teología. Judith
Butler es una pensadora y una activista, lo que significa que no se
parapeta en su despacho universitario, sino que sale a la calle y grita
contra el sistema, exige visibilidad para todas aquellas personas cuyas
vidas están en situación precaria, y pide argumentaciones y no falacias.
En definitiva, Butler defiende el derecho de las minorías a ser vistas,
a ser lloradas, y a ejercer el derecho al pensamiento y a la libertad
de obra y expresión, exigencias que a más de una han llevado al paredón,
a la guillotina o a la cicuta.<br />
<div style="text-align: center;">
<img alt="" class="alignnone size-full wp-image-193" height="413" src="https://2018.reflexionesmarginales.com/wp-content/uploads/2018/02/7.1.jpg" width="426" /></div>
Butler es, por tanto, figura señera y se ha convertido en un icono,
una moda, una tendencia o todo a la vez. Su impacto en el feminismo a
través de sus investigaciones, análisis, discursos y trabajos, han
cambiado el curso del mismo, de tal forma que hoy en día hablamos, con
palabras de Elvira Burgos,<a href="https://2018.reflexionesmarginales.com/judith-butler-lesbiana-mujer-judia-queer-filosofa/#_edn3" name="_ednref3">[3]</a>
de un “nuevo feminismo”. Judith Butler es innovadora, es diferente y su
manera de reivindicar, de trabajar y de escribir sobre el género y el
sexo contrasta con el de otras pensadoras y activistas del momento, sin
olvidar la enorme atracción que ejerce sobre las minorías sexuales. Uno
de los aspectos más llamativos de Butler es que es una pensadora viva,
joven y en continuo proceso de devenir, si se me permite una expresión
que a ella le gusta utilizar en su línea más nietzscheana. Y esto hace
que su dimensión y su recepción, especialmente en España, resulte, a mi
juicio, tan interesante. No investigamos sobre un legado para cuya
interpretación solo podemos contar con textos, comentarios e
interpretaciones de comentaristas de los que nos ayudamos para hacer
nuestra propia interpretación y así hasta completar un círculo vicioso.
Nuestra intención es aclarar nuestras dudas y, para ello, podemos echar
mano de las propias reinterpretaciones de la autora. Como ella misma
afirma, reformula y responde a interrogantes que plantea una y otra vez,
atendiendo a las críticas y a otros puntos de vista que le valen para
releerse a sí misma y corregir ideas o introducir variaciones que, con
el paso del tiempo, han resultado equivocadas o demandan una nueva
reformulación y lectura.<br />
Desde <i>El género en disputa: el feminismo y la subversión de la identidad</i><a href="https://2018.reflexionesmarginales.com/judith-butler-lesbiana-mujer-judia-queer-filosofa/#_edn4" name="_ednref4">[4]</a> (1990), sin duda su obra más emblemática, hasta la actualidad, con la publicación de su último libro en España,<i> Cuerpos aliados y lucha política</i><a href="https://2018.reflexionesmarginales.com/judith-butler-lesbiana-mujer-judia-queer-filosofa/#_edn5" name="_ednref5">[5]</a> (2017)<i>,</i>
han pasado muchos años y su figura ha crecido y se ha convertido en
referencia obligada dentro de la teoría feminista. A la par que ha ido
aumentando su influencia en los amplios círculos de la vida social y
cultural, también se han incrementado las críticas y los rechazos. No
podemos hablar de una obra unitaria, ni de una Judith Butler porque son
muchas en una. En <i>Literatura, mitos y estrellas</i>,<a href="https://2018.reflexionesmarginales.com/judith-butler-lesbiana-mujer-judia-queer-filosofa/#_edn6" name="_ednref6">[6]</a>
entrevista que le hace Patricia Soley-Beltrán en 2009, Butler afirma
que no se considera una postfeminista sino una feminista clásica porque
los problemas de pobreza, analfabetismo, atención médica, entre otros,
siguen existiendo en el mundo, por lo que la tarea básica del feminismo
tradicional sigue hacia adelante. Como afirman Patricia Soley-Beltrán y
Leticia Sabsay,<a href="https://2018.reflexionesmarginales.com/judith-butler-lesbiana-mujer-judia-queer-filosofa/#_edn7" name="_ednref7">[7]</a> tanto para la teoría crítica internacional como para la teoría <i>queer</i>, <i>Gender Trouble</i>
de Judith Butler, es un punto de referencia obligatorio, lo que no
significa que no haya aspectos controvertidos de esta teoría dentro del
feminismo, como sucede con la teoría de la performatividad del género,<a href="https://2018.reflexionesmarginales.com/judith-butler-lesbiana-mujer-judia-queer-filosofa/#_edn8" name="_ednref8">[8]</a> la subversión crítica o la resignificación radical, por lo que llega a resultar una pensadora incómoda.<br />
<div class="wp-caption aligncenter" id="attachment_194" style="max-width: 426px;">
<img alt="" class="size-full wp-image-194" height="284" src="https://2018.reflexionesmarginales.com/wp-content/uploads/2018/02/7.2.jpg" width="426" /><br />
<div class="wp-caption-text">
PATRICIA SOLEY-BELTRÁN</div>
</div>
Reconocida activista, Butler lucha por los derechos de las minorías
sexuales y étnicas. Rechaza las guerras, como las de Afganistán e Irak<a href="https://2018.reflexionesmarginales.com/judith-butler-lesbiana-mujer-judia-queer-filosofa/#_edn9" name="_ednref9">[9]</a>
y denuncia la política israelí en relación con la ocupación de
Palestina, lo que le ha granjeado numerosos problemas y críticas,
principalmente, en Estados Unidos y Alemania.<a href="https://2018.reflexionesmarginales.com/judith-butler-lesbiana-mujer-judia-queer-filosofa/#_edn10" name="_ednref10">[10]</a>
Sus tomas de posición en el campo del género y los ámbitos sexuales
progresistas han sido de tal magnitud que han llegado a originar nuevas
concepciones del feminismo, fundamentalmente debido a las polémicas y
debates surgidos desde los movimientos LGBT y <i>queer</i>.<br />
Pero acerquémonos un poco más al personaje.<br />
¿Está el idealismo alemán ligado al triunfo del nazismo en Alemania?
¿Por qué expulsaron a Espinosa de la Sinagoga? Estas son algunas de las
preguntas que Judith Butler, con catorce años, le hacía al rabino Daniel
Silver durante sus clases particulares, después de haber sido expulsada
del colegio al ser considerada una niña problemática y una delincuente
en potencia, como se lo hizo saber la directora del centro a su madre.
Judith Butler, nacida en Cleveland, Ohio, en 1956 y de una familia judía
comprometida social y políticamente y muy ligada a la industria del
cine, cuenta en el documental de Paule Zadjermann,<a href="https://2018.reflexionesmarginales.com/judith-butler-lesbiana-mujer-judia-queer-filosofa/#_edn11" name="_ednref11">[11]</a> <i>Judith Butler. Filósofa en todo Género,</i>
cómo desde pequeña, en la escuela, utilizaba ciertas estrategias para
lograr sus fines y cómo su familia se conformaba a algunas normas de
género transmitidas por las películas de Hollywood en su afán de
asimilarse a la sociedad norteamericana, de tal manera que su madre se
transformaba en Joan Crawford y su abuelo en una mezcla de Clark Gable y
Omar Shariff. Esto hizo que creciera con el intento de comprender la
noción de género y las formas tan hollywoodienses que resultaban de
ello, por lo que piensa que tal vez ahí se encuentre el germen que luego
dio lugar a <i>El género en disputa</i>.<br />
Así presentan a la filósofa en <i>Arte France</i>:<br />
<blockquote>
“Retrato vivo e instructivo de la filósofa americana Judith Butler, inspiración del movimiento <i>queer</i>
y singular feminista, que hizo estallar las categorías de sexo y
género. Pequeña, muchacho, graciosa, con paso decidido pero tímida,
Judith Butler se presta al juego del retrato con generosidad, pero sin
dejarse definir… ella, que removió las ideas recibidas sobre el género y
el sexo con su ensayo <i>El género en disputa</i> publicado en
Estados Unidos en 1990 —traducido al francés hace apenas un año—, narra y
precisa sus pensamientos. Habla del shock provocado por el
descubrimiento de su homosexualidad — ‘una palabra que parecía médica’,
menos horrorosa, sin embargo, según ella, que ‘lesbiana’, término que
parecía condenarla—, donde descubre su trayecto de chica indisciplinada,
criada en una familia judía americana de Cleveland. ‘Quizás la teoría
de Deshacer el Género se deriva de mi esfuerzo por comprender cómo mi
familia encarnaba las normas hollywoodienses o no las encarnaba’.
Partidaria de un derecho tolerante y de una ética no represiva, su
filosofía, no construye un sistema, está más allá de los estudios sobre
el género. Además de sus compromisos a favor del matrimonio gay y a
favor de la homoparentalidad, abiertamente critica el gobierno Bush,
llama a hacer un duelo público por las víctimas del SIDA.”<a href="https://2018.reflexionesmarginales.com/judith-butler-lesbiana-mujer-judia-queer-filosofa/#_edn12" name="_ednref12">[12]</a></blockquote>
La información a la que podemos acceder en internet sobre Judith
Butler es bastante abundante, porque sobre ella se ha escrito y se sigue
escribiendo muchísimo. Su escritura en forma autobiográfica la
convierte en una persona real y cercana que vive y escribe sobre su
experiencia, y eso quizá explique, en parte, su éxito tanto dentro como
fuera de los círculos estrictamente académicos. No obstante, el
documental nos ha servido para escucharla hablar sin intermediarios, sin
papeles, y atender al lenguaje de los gestos, de la mirada, de los
silencios. Es ella quien habla de sí misma, de su infancia como niña
difícil, del descubrimiento de su homosexualidad y la repulsión que le
provocaba el término por estar asociado a la medicina, de lo que supuso
también descubrir la palabra<i> “</i>lesbiana” aplicada a sí misma,
del miedo que le daba sentirse condenada a la estigmatización social, a
ser excluida. Como ella misma afirma: “[…] llevo una pasión que lleva
ese nombre” (Zadjermann, 2006); hasta se peleó con ese término para
mantener sus relaciones vivas porque “lesbiana” parecía querer
condenarla. Judith tiene entonces 14 años, había oído hablar de Safo,
pero no conocía a ninguna lesbiana, ningún movimiento ni ninguna
comunidad lesbiana.<br />
<div style="text-align: center;">
<img alt="" class="alignnone size-full wp-image-195" height="303" src="https://2018.reflexionesmarginales.com/wp-content/uploads/2018/02/7.3.jpg" width="454" /></div>
Judith Butler que se muestra en el documental de 2006, habla por sí
misma de sí misma. Su discurso llega porque es directo, claro, sencillo y
franco. Su testimonio es auténtico, no hay intermediarios, no hay
intérpretes; habla de su infancia, de su familia, de sus miedos, de lo
que piensa acerca de su propia teoría, pregunta constantemente y no
siempre da respuestas. Éstas quedan ahí para ser contestadas, pero una
impresión de continuo reproche flota en el ambiente, ya que no responde a
las preguntas que formula. El azar, la casualidad, llevan a Butler de
mano de una amiga al contexto universitario desde el activismo político.
Tiene entonces 34 años y le han pedido que participe en una conferencia
feminista. A partir de Beauvoir y de su famosa frase “no se nace mujer,
se llega a serlo”, Butler escribe algo sobre la pregunta acerca del
devenir, sobre si se terminaba siendo mujer o si el hecho de ser mujer
era eternamente un devenir y si la pregunta podría aplicarse en sentido
general: “¿no se nace hombre, se llega a serlo?” Ahí se encuentra, según
ella, el germen de su futura tesis que después se convertirá en el
argumento central de <i>El género en disputa</i>: la noción del devenir podía dispersarse en todas las direcciones.<br />
¿Quién soy? se pregunta Butler. Lesbiana, mujer, judía, <i>queer</i>,
filósofa; sí, pero no de manera convencional, puntualiza. ¿Por qué
limitarnos a una definición, a un concepto que nos impone fronteras
ontológicas? Los ecos de la filosofía griega se dejan oír de nuevo a
través de Anaximandro,<a href="https://2018.reflexionesmarginales.com/judith-butler-lesbiana-mujer-judia-queer-filosofa/#_edn13" name="_ednref13">[13]</a> a quien no nombra, pero cuyo<i> ápeiron</i>
se intuye en su discurso. La noción de sujeto, por otra parte, tan
controvertida y que tanta polémica ha suscitado en el debate feminista,
adquiere aquí sentido porque constriñe el libre juego de las identidades
que no tienen que ser una, sino que se afrontan como múltiples.<br />
La Butler de la que hablo y a la que me acerco a través de
entrevistas, fuentes impresas de distinta índole, libros y documentales
diversos, muestra su vulnerabilidad y habla sin ambages. No es
impermeable a las críticas que se ceban con ella, especialmente después
de haber recibido el premio Adorno.<a href="https://2018.reflexionesmarginales.com/judith-butler-lesbiana-mujer-judia-queer-filosofa/#_edn14" name="_ednref14">[14]</a> Butler habla de la ambigüedad del género y esa ambigüedad se refleja en su físico, vestida de negro, cabello cortado a lo <i>garçon</i>,
andares masculinos que contrastan con un estereotipo convertido al cabo
del tiempo, según ella misma señala, en una segunda naturaleza. Aquí
hay que mencionar su manera pausada y tranquila de hablar, una sonrisa
perenne en el rostro, expresión lúcida, humilde y cercana de una persona
de enorme talla intelectual y moral. Un ejemplo, no ya de su
vulnerabilidad sino de su sensibilidad, es cómo le afecta la crítica que
le espeta, por ejemplo, Barbara Duden cuando —después de que recibiera
el premio Adorno—, afirmara de ella que descarna y desplaza a las
mujeres, y que escribía como “una mujer sin bajo vientre”<a href="https://2018.reflexionesmarginales.com/judith-butler-lesbiana-mujer-judia-queer-filosofa/#_edn15" name="_ednref15">[15]</a>,
haciendo de ella, en palabras de la propia Butler, un monstruo. Le
molesta que saquen a relucir su apariencia física y también que se
espere de ella que sea una personificación de su teoría. Según Butler,
mucha gente piensa que debería tener un lugar asociado al género, pero
no es así porque nunca encontró ese lugar y recuerda que seguramente no
lo encontrará ya que no encaja en las categorías preestablecidas.<br />
<div style="text-align: center;">
<img alt="" class="alignnone size-full wp-image-196" height="281" src="https://2018.reflexionesmarginales.com/wp-content/uploads/2018/02/7.4.jpg" width="427" /></div>
En su obra <i>Deshacer el género</i> (2004) plantea una pregunta diferente a la que formula en <i>El género en disputa</i>:
cómo las normas constitutivas del género pueden hacernos o deshacernos.
En nuestras relaciones con los demás, nos hacemos al tiempo que nos
deshacemos porque la idea que una persona tiene de sí misma se pone en
tela de juicio a lo largo de las relaciones. Sujeto significa, para
Butler, abrirse a un futuro desconocido, porque la otra o el otro nos
desafía y ante tal desafío hay que asomarse al propio devenir:<br />
<blockquote>
“Los ensayos aquí incluidos representan algunas de mis
obras más recientes sobre género y sexualidad; todos los ensayos están
centrados en la cuestión de qué puede llegar a significar deshacer los
restrictivos conceptos normativos de la vida sexual y del género. Sin
embargo, de igual forma, estos ensayos tratan de la experiencia de <i>ser deshecho</i>,
de formas buenas y malas. En algunas ocasiones, una concepción
normativa del género puede deshacer a la propia persona al socavar su
capacidad de continuar habitando una vida llevadera. En otras ocasiones,
la experiencia de deshacer una restricción normativa puede desmontar
una concepción previa sobre el propio ser con el único fin de inaugurar
una concepción relativamente nueva que tiene como objetivo lograr un
mejor grado de habitabilidad”.<a href="https://2018.reflexionesmarginales.com/judith-butler-lesbiana-mujer-judia-queer-filosofa/#_edn16" name="_ednref16">[16]</a></blockquote>
Afirma Butler que tiene la impresión de plantear siempre las mismas
preguntas, replantearlas, pero desde diferentes posiciones y
perspectivas. No se considera una autora sistemática y no intenta
reconciliar sus obras ni los diferentes sujetos de las mismas entre sí.
Escribe sobre sexo, género, Israel, la guerra de Irak, Kafka, Espinosa,
la melancolía, el duelo, la precariedad, el SIDA, y considera que su
trabajo es un proceso que, como todos, implica estar en constante
cambio. Por tanto, no consiste en un proyecto cerrado, sino abierto a
las posibilidades que otros planos, otros puntos de vista, pueden
aportar en una visión lejos de dogmatismos y arbitrariedades.<br />
Lo que Judith Butler refleja y defiende, a mi juicio, por encima de
cualquier cosa, es la libertad que todo ser humano tiene, o debería
tener, para vivir su vida sin imperativos de ninguna clase, sin ser
interrogado, ni justificar sus preferencias ni dar cuenta de ellas.
Afirma la sexualidad libre, sin constricciones, sin encasillamientos,
sin juicios morales, sin injerencias estatales ni sociales. Defiende la
construcción de las subjetividades sin coacciones, amenazas,
determinaciones externas y convencionales. <i>El Género en disputa</i> o <i>Cuerpos que importan</i><a href="https://2018.reflexionesmarginales.com/judith-butler-lesbiana-mujer-judia-queer-filosofa/#_edn17" name="_ednref17">[17]</a>
reflejan las preocupaciones e intereses de gays, lesbianas y
transexuales, que también forman parte de la sociedad y parecen no
existir más que en los márgenes de los discursos, en los afluentes de
las corrientes principales que los excluyen y categorizan como lo
abyecto, lo “otro” del universal que es el Hombre y la Mujer con
mayúsculas.<br />
<div style="text-align: center;">
<img alt="" class="alignnone size-full wp-image-197" height="242" src="https://2018.reflexionesmarginales.com/wp-content/uploads/2018/02/7.5.jpg" width="454" /></div>
Una parte del éxito de Butler se debe, a pesar de las críticas a su
lenguaje, a que sabe plantear preguntas e intentar responderlas teniendo
en cuenta el amplio espectro que conforma la realidad. Por tanto, no ha
de extrañarnos su éxito tanto dentro como fuera de los círculos
académicos, primero en Estados Unidos, después en Europa, especialmente
en España y Alemania. Con este panorama intelectual y de compromiso
ético y político, no nos puede extrañar que Judith Butler despierte
tantas reacciones contrapuestas. No es una pensadora convencional, ya lo
hemos apuntado en páginas anteriores, y nada de lo que dice deja
indiferente a nadie, porque la fuerza de sus argumentos y el carisma de
su persona, unidos a su coherencia a la hora de enlazar lo que hace con
lo que dice y piensa, la convierten en una de las pensadores más
controvertidas, interesantes y lúcidas del siglo XXI.<br />
<br />
<h3>
<b>Bibliografía</b></h3>
<ol>
<li>Burgos, Elvira, “Lecturas de Butler desde la filosofía feminista española”, en <i>Riff Raff</i>, No. 021, 2003.</li>
<li>Butler, Judith, <i>El género en disputa y la subversión de la identidad</i>, Paidós<i>, </i>Barcelona, 2007.</li>
<li>_____, <i>Deshacer el género</i>, Paidós, Barcelona, 2006.</li>
<li>_____, C<i>uerpos que importan. Sobre los límites materiales y discursivos del sexo</i>, Paidós, Buenos Aires, 2002.</li>
<li>Castellanos, Belén, “Louis Althusser y Judith Butler: Génesis y actualidad del Postestructuralismo” en <i>Nómadas. Revista de Ciencias Sociales y Jurídicas</i>, No. 24, 2009.</li>
<li>Córdoba, David, <i>et al</i>., “A propósito de las vidas precarias. Entrevista a Judith Butler” en <i>La Torre del Virrey: revista de estudios culturales</i>, No. 10, 2011.</li>
<li>Oñate y Zubia, Teresa, <i>El nacimiento de la filosofía en Grecia. Viaje al inicio de Occidente</i>, Dykinson, Madrid, 2004.</li>
<li>“Performatividad II (según Derrida y Judith Butler)” (ht<a href="http://granerbcn.cat/glosario-06-performatividad-ii-segun-jacques-derrida-y-judith-butler/">tp://granerbcn.cat/glosari</a><a href="http://granerbcn.cat/glosario-06-performatividad-ii-segun-jacques-derrida-y-judith-butler/">ht</a><a href="http://granerbcn.cat/glosario-06-performatividad-ii-segun-jacques-derrida-y-judith-butler/">o-06-performatividad-ii-segun-jacques-derrida-y-judith-butler/</a>) consultado el 2/09/2017.</li>
<li>Soley-Beltrán, Patricia, <i>et al</i>., <i>Judith Butler en disputa.</i> <i>Lecturas sobre la performatividad</i>, Egales, Barcelona-Madrid, 2012. Formato e-book.</li>
<li>Soley-Beltrán, Patricia, “Entrevista a Judith Butler Literatura, mitos y estrellas<i>”</i> en <i>Minerva</i>, No. 13, Madrid, 2010, (http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo) consultado el 7/08/2017.</li>
<li>Zadjermann, Paule, “Judith Butler en todo género”, Arte France, 2006. (<a href="http://judithbutlerenespanol.blogspot.com.es/2013/02/documental-judith-butler-filosofa-en.html">http://judithbutlerenespanol.blogspot.com.es/2013/02/documental-judith-butler-filosofa-en.html</a>) consultado el 1/08/2017.</li>
</ol>
<br />
<h3>
<b>Notas</b></h3>
<a href="https://2018.reflexionesmarginales.com/judith-butler-lesbiana-mujer-judia-queer-filosofa/#_ednref1" name="_edn1">[1]</a>
El postestructuralismo designa a una corriente filosófica que se
origina en los años setenta y cuya definición es compleja debido a que
abarca gran cantidad de pensadores heterogéneos. No rechaza el concepto
de “estructura”, pero cambiará las estructuras cerradas por estructuras
abiertas. De este modo, podemos definirlo como “una corriente de
pensamiento que se desarrolla en, desde y sobre la postmodernidad,
tomando el distanciamiento estructuralista respecto de la Dialéctica,
para leer al marxismo y al psicoanálisis de un modo diferente a como se
había hecho hasta el momento, para tomar a un Marx y a un Freud que,
lejos de sus coqueteos con la filosofía hegeliana, contribuyeron con la
tarea de ruptura respecto de la misma, no tanto mediante la oposición,
como mostrando el modo de salirse de ella por lo tangente, planteando
los problemas de otra forma”. Butler, en “El Marxismo y lo meramente
cultural” establece una relación entre el marxismo y los movimientos
sociales, recogiendo una problemática que Althusser inicia con su
lectura crítica del marxismo cuando establece los parámetros que
permiten comprender la relación del postestructuralista con el marxismo
“tanto en términos de deuda como en términos de reformulación y
problematización”. Esto le permite a Butler “deconstruir el marxismo
reduccionista, a partir del desarrollo teórico operado en el seno del
feminismo, del movimiento de liberación sexual y de otras líneas de
combate […] y por otro, deconstruir la política identitaria con la que
se habían guiado estos grupos”. Al igual que Althusser, critica la
dicotomía económico/político, negando la diferenciación entre vida
material y cultural y su distinción en el campo de lo real: “lo que en
un momento dado aparece bajo revestimiento cultural, como pueden ser los
roles de género, puede haber tenido una génesis económica, e, incluso,
puede seguir formando parte, aunque camufladamente, de los modos de
producción, y lo que ahora se nos aparece como elemento básicamente
material, como puede ser el sistema de abastecimiento eléctrico, puede
obedecer a esquemas científicos y tecnológicos, concebidos y
estructurados a partir de ciertas representaciones culturales”. Butler
afirma que distinguir entre lo material y lo cultural es anacrónico y
desalentador para los movimientos sociales potencialmente
revolucionarios. Castellanos, “Louis Althusser y Judith Butler: Génesis y
actualidad del Postestructuralismo”, <i>ed. cit.</i>, pp. 176-185.<br />
<a href="https://2018.reflexionesmarginales.com/judith-butler-lesbiana-mujer-judia-queer-filosofa/#_ednref2" name="_edn2">[2]</a> Soley-Beltrán <i>et al.</i>, <i>Judith Butler en disputa.</i> <i>Lecturas sobre la performatividad, ed. cit.</i>, posición 43.<br />
<a href="https://2018.reflexionesmarginales.com/judith-butler-lesbiana-mujer-judia-queer-filosofa/#_ednref3" name="_edn3">[3]</a> Burgos, “Lecturas de Butler desde la filosofía feminista española”, <i>ed. cit</i>, pp. 85-98.<br />
<a href="https://2018.reflexionesmarginales.com/judith-butler-lesbiana-mujer-judia-queer-filosofa/#_ednref4" name="_edn4">[4]</a>
Texto indispensable para el movimiento feminista en el que la misma
autora confesaba en el prefacio a la 2ª edición, en 1999, que nunca
había imaginado que iba a tener tantos lectores ni que fuera a
convertirse en una obra provocadora para la teoría feminista y uno de
los textos fundadores de la teoría <i>queer:</i> “Mientras lo escribía
comprendí que yo misma mantenía una relación de combate y antagonista a
ciertas formas de feminismo, aunque también comprendí que el texto
pertenecía al propio feminismo. Escribía entonces en la tradición de la
crítica inherente, cuyo objetivo es revisar de forma crítica el
vocabulario básico del movimiento de pensamiento en el que se inscribe.
Había y todavía hay una justificación para esta forma de crítica y para
diferenciar entre la autocrítica, que promete una vida más democrática e
integradora para el movimiento, y la crítica, que tiene como objetivo
socavarlo completamente. Es evidente que siempre se puede malinterpretar
tanto la primera como la segunda, pero espero que esto no ocurra en el
caso de <i>El género en disputa</i>”. Butler, <i>El género en disputa y la subversión de la identidad</i>, p. 7.<br />
<a href="https://2018.reflexionesmarginales.com/judith-butler-lesbiana-mujer-judia-queer-filosofa/#_ednref5" name="_edn5">[5]</a> Paidós, 2017.<br />
<a href="https://2018.reflexionesmarginales.com/judith-butler-lesbiana-mujer-judia-queer-filosofa/#_ednref6" name="_edn6">[6]</a> Soley-Beltrán, “Entrevista a Judith Butler: <i>Literatura, mitos y estrellas</i>”.<br />
<a href="https://2018.reflexionesmarginales.com/judith-butler-lesbiana-mujer-judia-queer-filosofa/#_ednref7" name="_edn7">[7]</a> Soley-Beltrán <i>et al.,</i> <i>op. cit.</i>, posición 3.<br />
<a href="https://2018.reflexionesmarginales.com/judith-butler-lesbiana-mujer-judia-queer-filosofa/#_ednref8" name="_edn8">[8]</a>
La performatividad, a grandes rasgos, se refiere a la capacidad de
tienen algunas expresiones de convertirse en acciones y transformar la
realidad o el entorno. En 1955, John L. Austin, dicta una conferencia
que llevaba por título ¿<i>Cómo hacer cosas con las palabras?</i> En
la que habla de un tipo de expresiones también llamadas “realizativas”
que más que describir una situación, parecen constituir, en sí mismas,
una acción. Así, verbos como “jurar”, “declarar”, “bautizar”, etc.,
producen oraciones que constituyen más bien una acción, por ejemplo, en
una boda, cuando un sacerdote o un juez dicen “yo os declaro marido y
mujer”. Judith Butler, en <i>Performatividad, precariedad y políticas sexuales </i>sostiene
que antes de actuar, las normas ya están actuando sobre nosotras sin a
veces saberlo. La performatividad no se refiere sólo a actos específicos
del discurso sino también a la reproducción de normas vinculada siempre
“a una negociación con las formas de poder que condicionan aquellos
cuyas vidas serían agradables de vivir y a aquellas cuyas vidas lo serán
menos, sino complemente insoportables”. (<a href="http://granerbcn.cat/glosario-06-performatividad-ii-segun-jacques-derrida-y-judith-butler/">http://granerbcn.cat/glosario-06-performatividad-ii-segun-jacques-derrida-y-judith-butler/</a>) consultado el 2/09/2017.<br />
<a href="https://2018.reflexionesmarginales.com/judith-butler-lesbiana-mujer-judia-queer-filosofa/#_ednref9" name="_edn9">[9]</a> Córdoba <i>et al</i>., “A propósito de las vidas precarias. Entrevista a Judith Butler”, <i>ed. cit</i>., pp. 69-72.<br />
<a href="https://2018.reflexionesmarginales.com/judith-butler-lesbiana-mujer-judia-queer-filosofa/#_ednref10" name="_edn10">[10]</a> Zadjermann, “Judith Butler en todo género”,<i> ed. cit.</i>, (<a href="http://judithbutlerenespanol.blogspot.com.es/2013/02/documental-judith-butler-filosofa-en.html">http://judithbutlerenespanol.blogspot.com.es/2013/02/documental-judith-butler-filosofa-en.html</a>), consultado el 1/08/2017.<br />
<a href="https://2018.reflexionesmarginales.com/judith-butler-lesbiana-mujer-judia-queer-filosofa/#_ednref11" name="_edn11">[11]</a> <i>Ibidem</i>.<br />
<a href="https://2018.reflexionesmarginales.com/judith-butler-lesbiana-mujer-judia-queer-filosofa/#_ednref12" name="_edn12">[12]</a> <i>Ibidem</i>.<br />
<a href="https://2018.reflexionesmarginales.com/judith-butler-lesbiana-mujer-judia-queer-filosofa/#_ednref13" name="_edn13">[13]</a> “Anaximandro: <i>á</i><i>peiron</i>,
lo indeterminado, lo indefinido, lo ilimitado porque según él, definir
el arjé, el principio originario de todo lo que existe, era imponerle
límites, lo que se contradecía con un principio que debía ser
inabarcable, infinito, ilimitado.” Oñate y Zubia, <i>El nacimiento de la filosofía en Grecia. Viaje al inicio de Occidente, ed. cit</i>., p. 45.<br />
<a href="https://2018.reflexionesmarginales.com/judith-butler-lesbiana-mujer-judia-queer-filosofa/#_ednref14" name="_edn14">[14]</a>
Premio Adorno: reconoce la excelencia en las disciplinas de filosofía,
música, teatro y cine y es otorgado cada tres años por la ciudad de
Frankfurt en Alemania. Judith Butler lo recibió en el año 2012 y la
polémica se suscitó a causa de su supuesto apoyo a Hamas, Hezbollah y al
movimiento Boicoteo, Desinversión y Sanciones (DSB) contra el Estado
Israelí, por lo que los grupos sionistas norteamericanos y alemanes
organizaron una fuerte campaña en contra de la entrega del premio a
Judith Butler. (<a href="http://judithbutlerespanol.blogspot.com/2012/08/premio-adorno-2012-i-y-la-polemica.html">http://judithbutlerespanol.blogspot.com/2012/08/premio-adorno-2012-i-y-la-polemica.html</a>) consultado el 13/08/2017.<br />
<a href="https://2018.reflexionesmarginales.com/judith-butler-lesbiana-mujer-judia-queer-filosofa/#_ednref15" name="_edn15">[15]</a> Zadjermann, <i>op. cit</i>.<br />
<a href="https://2018.reflexionesmarginales.com/judith-butler-lesbiana-mujer-judia-queer-filosofa/#_ednref16" name="_edn16">[16]</a> Butler, <i>Deshacer el género, ed. cit.</i>, p. 13.<br />
<a href="https://2018.reflexionesmarginales.com/judith-butler-lesbiana-mujer-judia-queer-filosofa/#_ednref17" name="_edn17">[17]</a> “El cuerpo postulado como anterior al signo es siempre <i>postulado o significado como previo.</i> Esta significación produce, como un <i>efecto</i>
de su propio procedimiento, el cuerpo mismo que, sin embargo y
simultáneamente, la significación afirma descubrir como aquello que <i>precede</i>
a la propia acción. Si el cuerpo significado como anterior a la
significación es un efecto de la significación, el carácter mimético y
representacional atribuido al lenguaje –atribución que sostiene que los
signos siguen a los cuerpos como sus reflejos necesarios– no es en modo
alguno mimético. Por el contrario, es productivo, constitutivo y hasta
podríamos decir, <i>performativo</i>, por cuanto este acto
significante delimita y circunscribe el cuerpo del que luego afirma que
es anterior a toda significación”. Butler, <i>Cuerpos que importan. Sobre los límites materiales y discursivos del sexo,</i> <i>ed. cit</i>., p. 57.<br />
<br />
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<h3 class="author-name">
<a content="Ma. Ascensión Marcelino Díaz" href="https://2018.reflexionesmarginales.com/author/maascensionmarcelinodiaz/" itemprop="name">Ma. Ascensión Marcelino Díaz</a>
</h3>
<div class="author-desc">
<span class="fn">Licenciada en Filosofía y Ciencias de la
Educación por la UNED. Ejerce la docencia como profesora de Filosofía en
un instituto de Cádiz. También es doctoranda de la Universidad de Cádiz
(UCA) y realiza su tesis sobre la recepción de Judith Butler en el
feminismo filosófico español, bajo la dirección del catedrático de
filosofía e historiador Francisco Vázquez García. Posee un Máster sobre
género, identidad y ciudadanía (UCA 2012). Posee un nivel alto en inglés
y alemán, asi como conocimientos básicos en italiano y francés.</span>
</div>
<ul class="author-links">
<li><br /></li>
</ul>
</div>
</div>
Mª Ascensión Marcelino Díazhttp://www.blogger.com/profile/08700978879207621261noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5016147792956111125.post-11711984174992487832017-12-13T03:27:00.003-08:002017-12-13T08:26:17.720-08:00Notas mientras me hielo<span style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: "helvetica" , "arial" , sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19.32px;">Llegamos tarde a todas las fiestas</span><br />
<span style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: "helvetica" , "arial" , sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19.32px;">el sol se puso justo cuando aparcabas</span><br />
<span style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: "helvetica" , "arial" , sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19.32px;">el libro de visitas ya no admitía firmas</span><br />
<span style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: "helvetica" , "arial" , sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19.32px;">la experiencia nos hizo grandes</span><br />
<span style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: "helvetica" , "arial" , sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19.32px;">el anonimato nos borró de la vida de los otros</span><br />
<span style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: "helvetica" , "arial" , sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19.32px;">y nos dejó a merced del viento y de la deriva.</span><br />
<span style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: "helvetica" , "arial" , sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19.32px;">Ahora buscamos un lugar en donde dejar los trastos</span><br />
<span style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: "helvetica" , "arial" , sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19.32px;">que pudimos salvar de la polilla del tiempo </span><br />
<span style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: "helvetica" , "arial" , sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19.32px;">una entrada en la que el fuego nos guíe hacia las sombras </span><br />
<span style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: "helvetica" , "arial" , sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19.32px;">tocar la pared de piedra del escriba </span><br />
<span style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: "helvetica" , "arial" , sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19.32px;">y liberarnos de la cadena que nos ata</span><br />
<span style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: "helvetica" , "arial" , sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19.32px;">a la mentira de la vida eterna</span><br />
<span style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: "helvetica" , "arial" , sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19.32px;">de la letra impresa en el libro en el que no firmamos</span><br />
<span style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: "helvetica" , "arial" , sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19.32px;">del mundo como un escenario de seres dolientes </span><br />
<span style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: "helvetica" , "arial" , sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19.32px;">del élan vital reconvertido en nada.</span>Mª Ascensión Marcelino Díazhttp://www.blogger.com/profile/08700978879207621261noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5016147792956111125.post-69324956919248752772017-11-07T01:40:00.001-08:002017-11-07T01:40:47.135-08:00Mi nueva colaboración en Murray Magazine sobre el acoso sexual: Yo también (Me too)<span class="current"></span>
<br />
<div class="main wrap cf">
<div class="row">
<div class="col-8 main-content">
<article class="post-17984 post type-post status-publish format-standard has-post-thumbnail category-editorial tag-metoo tag-acoso tag-acoso-sexual tag-campana-contra-el-acoso tag-feminismo tag-mujer tag-mujeres" id="post-17984" itemscope="" itemtype="http://schema.org/Article">
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#MeToo </h1>
<a class="comments" href="http://www.murraymag.com/editorial/metoo/#respond"> </a>
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<div class="post-meta">
<span class="posted-by">Por
<span class="reviewer" itemprop="author"><a href="http://www.murraymag.com/author/murray-magazine/" rel="author" title="Entradas de Murray Magazine">Murray Magazine</a></span>
</span>
<span class="posted-on">el <span class="dtreviewed">
<time class="value-title" datetime="2017-10-29T06:33:08+01:00" itemprop="datePublished" title="2017-10-29">29 octubre, 2017</time>
</span>
</span>
<span class="cats"><a href="http://www.murraymag.com/category/editorial/" rel="category tag">Editorial</a></span>
</div>
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<a href="http://www.murraymag.com/wp-content/uploads/2017/10/me-too-principal.jpg" rel="prettyPhoto"><img alt="" class="aligncenter size-full wp-image-17985 no-display appear" height="702" src="http://www.murraymag.com/wp-content/uploads/2017/10/me-too-principal.jpg" width="702" /></a><br />
<h3>
<b>ANÓNIMA</b></h3>
<b>Sufrí abusos sexuales cuando era pequeña</b><span style="font-weight: 400;">. ¿Sabías que lo más normal es que la víctima conozca bien al agresor?</span><br />
<span style="font-weight: 400;">El abuso generalmente deviene en
silencio y autorepresión, como fue mi caso. En largos años de silencio,
vergüenza, culpa, miedo. Si a un adulto medio le cuesta hablar, imagina
la resistencia psicológica que se crea un niño o niña. El abuso explica
mi ansiedad crónica convertida en trastorno alimenticio (caí dos veces
en la bulimia y, aunque hoy esté superada, sigo con trastornos y
batallando por decirle cada día a mi cuerpo que es precioso y digno de
ser amado), mis depresiones continuas, mis pesadillas, mi baja
autoestima, mi tendencia a la autodestrucción y a enredarme en
relaciones tóxicas, mis pensamientos suicidas, la merma de mis
habilidades sociales, mi insomnio, mis graves problemas de identidad, mi
sensación permanente de «No estoy bien, no encajo, no puedo» y la
dificultad para desarrollar vínculos afectivos sanos.</span><b> Un abuso no es un acto sexual: es un acojonante efecto dominó sobre el alma de otra persona, es un acto de dominación y poder</b><span style="font-weight: 400;">.</span><br />
<span style="font-weight: 400;">Mucho tiempo después me liberé yo
sola: lo conté. Tantos años evitando enfrentarme a mí misma dolieron
como si me abrieran en canal. El cuchillo revelador fue un libro
feminista, concretamente una frase: «Si no lo cuentas, nunca pasó». Me
sorprendió mi entereza mientras verbalizaba, supongo que ya había
llorado bastante por dentro. Cuando lo conté, poco a poco y escogiendo
bien a quién quería abrirme, mi entorno me arropó. Y sentí que me
devolvía una parte de mi vida a mí misma desde la sinceridad, la
coherencia y el amor propio restituido. Como tras una catástrofe, tocaba
hacer balance de daños y ponerse a reconstruir destrozos. Empezaron mis
autocuidados intensivos. Los demás entendieron mi vulnerabilidad,
aunque yo me considero ante todo una superviviente, y los supervivientes
son extremadamente fuertes. <strong>Leí que nunca es tarde para tener una infancia feliz</strong>. Estoy de acuerdo.</span><br />
<span style="font-weight: 400;">Sigo sin plantearme mi identidad en
términos de odio, rencor o perdón, porque en mi autoconcepto no hay
espacio para el agresor: tan sólo para mí misma, para mi crecimiento, mi
bienestar. Elegimos ser a partir de lo que nos dieron, de lo que nos
hicieron, por eso rechazo el papel de víctima para elegir el de mujer
consciente y alerta. Lo único que siento desde entonces es una paz
inmensa y la convicción de que nadie llegará a quererme nunca como yo lo
hago hoy. La reconquista de todo lo que alguien nos arrebató —la
dignidad, el valor, la confianza, la alegría, la ilusión por las
pequeñas cosas, la seguridad en una misma— se hace día a día, pero es un
camino que no puedes hacer sola. Aunque a veces es difícil, a medida
que se avanza va siendo más reconfortante.</span><br />
<span style="font-weight: 400;">Tu cuerpo te pertenece y silenciar
cualquier forma de abuso es condenarte al exilio de ti misma. Si no lo
cuentas nunca te habitarás. No importa si es un compañero de trabajo, un
familiar o un desconocido: la culpa nunca es tuya y podemos ayudarte.
Yo sí te creo. Habla. </span><strong>#MeToo</strong><br />
<h3>
<b>ÁNGELA MÁRQUEZ </b></h3>
<span style="font-weight: 400;">El señor que me gritó: «Tienes pinta
de tener un gran coño». Él tenía más de 50 años. Yo 12 y ni siquiera
pecho. Los que lo oyeron no hicieron nada. Hubo dos que rieron. La
vergüenza. El asco. El miedo. </span><br />
<span style="font-weight: 400;">El chico que se pegó a mi espalda y
rozó su sexo conmigo todo lo que pudo hasta que bajé corriendo en la
siguiente parada. La parálisis temporal en mi cuerpo. </span><b>La vergüenza. El asco. El miedo</b><span style="font-weight: 400;">.</span><br />
<span style="font-weight: 400;">El hombre que me siguió durante 35
minutos del que sólo recuerdo su sombra. Muy pegadita a la mía. Y cómo
me empujó a un pasaje. Y cómo metió su mano bajo mi falda. Y cómo salió
corriendo. Y cómo el sudor frío en mis manos que apretaban el manojo de
llaves por si necesitaba defenderme pero que fui incapaz de utilizar. Y
las duchas sucesivas que no parecían suficientes. Y la vergüenza. El
asco. El miedo. <strong>#MeToo</strong></span><br />
<blockquote>
<h4 style="text-align: left;">
<span style="font-weight: 400;">Una de cada cuatro mujeres en Washington D.C. ha experimentado algún tipo de acoso sexual en el transporte público.</span></h4>
</blockquote>
<h3>
<b>TAMARA FARIÑAS</b></h3>
<span style="font-weight: 400;">Seguimos sin entender exactamente que
el acoso no es algo que se produce desde el momento en el que alguien
toca a otro alguien sin consentimiento. El acoso empieza en la vista, en
la palabra, en algo que muchas veces ni desde el principio somos
conscientes de qué es. Y otras tantas no percibimos el acoso como lo que
es hasta que alguien con un nombre que suena mejor que el nuestro y que
tiene una mayor proyección cuenta, en otras palabras, una historia que
nos suena. Un día, de repente, entendemos que aquel jefe que miraba
lascivamente a una compañera, o a nosotras mismas, ya estaba siendo un
acosador. Mientras nadie habla. Y otro día, comprendemos que que nos
griten «¡bonita!» por la calle no es ningún piropo. Y al final ya somos
capaces de decir, quizás con la voz suficientemente alta como para que
nos oigan pero aún atenuada por la vergüenza y el pudor, que todas,
absolutamente todas, tenemos una historia que contar. Pero cuando
creíamos sentirnos liberadas todo vuelve a su sitio y nos dicen: «</span><b>¿Y por qué lo cuentas ahora, y no lo hiciste entonces?</b><span style="font-weight: 400;">».
Y agachamos la cabeza y creemos que no tenemos otra opción. Porque
incluso cuando sabemos identificar el acoso, cuando tenemos fuerza
suficiente para denunciarlo alguien nos mira, cambiando la mirada
lasciva por otra que deja ver un paternalismo que nos juzga, sin razón y
sin sentido, y esta vez es nuestra alma la que está siendo acosada para
que no hable algo de lo que otros podrían sentirse culpables. </span><b>Y así, siempre la culpa es nuestra</b><span style="font-weight: 400;">. <strong>#MeToo</strong></span><br />
<h3>
<b>RAQUEL G. IBÁÑEZ</b></h3>
<div style="text-align: center;">
<b>Los diecitantos</b><span style="font-weight: 400;"><br />
</span></div>
<span style="font-weight: 400;">Convivir en el instituto con la rifa
de carne diaria, entendiendo la virginidad como un lastre que debe ser
superado, cuanto antes mejor, asumiendo que parte de todo ello, pasará a
ser información de dominio público en el patio, en corrillos y en
grupos.</span><span style="font-weight: 400;"><br />
</span> <span style="font-weight: 400;"><br />
</span><span style="font-weight: 400;">Comenzar a salir de fiesta, en tu
pueblo, en tu barrio. Asistir a botellones y creerte rebelde, lo de
siempre. Grupos de chicas con chicas, de chicos con chicos. Ser una
pieza más, una línea en una lista que debe ser tachada.</span><span style="font-weight: 400;"><br />
</span> <span style="font-weight: 400;"><br />
</span><span style="font-weight: 400;">Negarte a formar parte. El
aislamiento y el destierro a los márgenes: la rara. Después, el castigo:
la fea, la estrecha, la difícil, la gorda, la indeseable.</span><br />
<div style="text-align: center;">
<b>Los veintitantos</b></div>
Hacer la matrícula de la universidad mientras futuras compañeras te
dicen «en esa clase no. El profesor es un baboso». Que lo entiendas
como algo factible dentro de la institución universitaria.<span style="font-weight: 400;"><br />
</span> <span style="font-weight: 400;"><br />
</span><span style="font-weight: 400;">Cinco años después, sigue ahí. Las historias sobre él y cómo trata, mira y evalúa a las alumnas, también.</span><span style="font-weight: 400;"><br />
</span> <span style="font-weight: 400;"><br />
</span><span style="font-weight: 400;">La vida nocturna y ser abstemia
son dos factores que me han permitido controlar más pero, a la vez, ser
testigo de ciertos modus operandi demasiado frecuentes. Beben, bailan,
se divierten. La chica no quiere, el chico le da de beber más, le coge
de la cintura bajando su mano hacia su culo y acerca su cara a la de la
chica. La chica baja la barbilla, retrayéndose sobre sí misma. El chico
la acerca agarrándole más fuerte, le levanta el mentón: a veces dirá
algo ridículo digno de comedia romántica, otras veces gruñirá borracho,
otras simplemente le meterá boca insistentemente.</span><span style="font-weight: 400;"><br />
</span> <span style="font-weight: 400;"><br />
</span><span style="font-weight: 400;">Seguramente haya un grupo de
amigos a menos de cinco metros contemplando todo, riéndose de él y a la
vez aplaudiendo sus maniobras torpemente. En caso de que una amiga de
ella se acerque a mediar en la situación, será una variable mal acogida:
«Ya llega la amiga pesada a cortar el rollo», dirán.</span><span style="font-weight: 400;"><br />
</span> <span style="font-weight: 400;"><br />
</span><span style="font-weight: 400;">En lo personal, he tenido que
sufrir el aislamiento por no “dejarme llevar” No obstante, aunque no
haya experimentado encontronazos esporádicos en el ámbito festivo, sí he
tenido que aguantar comportamientos de este tipo dentro de las
relaciones que establecía: Primer novio, el novio del “nunca más”, el
que “te dejas llevar” porque ya que todo el mundo te lo reprocha,
piensas que con él sí merecerá la pena. El segundo, tercero, cuarto… el
rollo estable de entre medias. Los tíos que aunque te hayan dicho «te
quiero» se quedan chafados porque estés cansada, porque un día tengas
otras prioridades, ya sean dormir, currar, o leer. Los tipos que elogian
tu cerebro pero que en algún momento cuestionan tu cuerpo,</span><b> se ríen ligeramente de tus dudas dinamitando tu autoestima fugazmente</b><span style="font-weight: 400;">.
Aquellos que te enfadan contigo misma porque, sólo con ellos,
“traicionas tu feminismo”: en la calle, en el dormitorio y, mucho peor,
entre la cabeza y el corazón.</span><span style="font-weight: 400;"><br />
</span> <span style="font-weight: 400;"><br />
</span><span style="font-weight: 400;">Aquellos que, cuando se van o
cuando los echas, te sumergen en un proceso de reidentificación con una
misma. Aquellos a los que no echas de menos. </span><span style="font-weight: 400;"><br />
</span><br />
<div style="text-align: center;">
<b>La madurez </b><span style="font-weight: 400;"><br />
</span></div>
<span style="font-weight: 400;">Comienzas a currar en cosas que te
gustan por muchas horas y por poco dinero, creyendo en la meritocracia
como un camino a largo plazo pero certero. La letra pequeña es
descorazonadora: tu silencio y docilidad es la clave.</span><span style="font-weight: 400;"><br />
</span> <span style="font-weight: 400;"><br />
</span><span style="font-weight: 400;">Aguantas comentarios, aguantas
jerarquías, aguantas “lo normal”. Porque es normal sentirse el último
eslabón, porque es normal que ser joven implique ser un objeto, porque
lo normal es sonreír frente a cualquier falta de respeto, porque lo
normal es esquivar los encontronazos con elegancia, haciéndote la tonta y
al día siguiente borrón y cuenta nueva.</span><span style="font-weight: 400;"><br />
</span> <span style="font-weight: 400;"><br />
</span><span style="font-weight: 400;">Vas cumpliendo años (con la
preocupación de la vejez y todas las cosas que debemos cumplir a
rajatabla como mujeres que van acumulando años en su documento de
identidad) y empiezas a sospechar que todo “lo normal” es un sinónimo de
</span><i><span style="font-weight: 400;">bullshit</span></i><span style="font-weight: 400;">, de una mierda muy perversa, muy dañiña, que te puede llegar romper emocionalmente.</span><span style="font-weight: 400;"><br />
</span> <span style="font-weight: 400;"><br />
</span><span style="font-weight: 400;">Y acudes todos los días a un
trabajo donde las mujeres, además de hacer todo lo importante y no
aparecer en los créditos, deben saber sonreír y poner cafés en las
reuniones donde seguramente le han hecho entender que acude como una
más. Donde en el organigrama del curro, los jefes son hombres, las
ejecutoras son mujeres y los salarios, como es de esperar, son
desiguales. Donde, en cada reunión, en cada visita, descubres un hombre
mirando de arriba abajo tu cuerpo, tus tatuajes, tu color de pelo. Donde
te preguntan tu edad, tu estado civil. Donde, cuando prefieres dar la
mano en vez de dos besos, sabes que acabas de cerrar la puerta a un
trato.</span><span style="font-weight: 400;"><br />
</span> <span style="font-weight: 400;"><br />
</span><span style="font-weight: 400;">Y en aquellos trabajos no alimenticios, donde realizas proyectos por amor (al arte, en su mayoría), ves como el </span><i><span style="font-weight: 400;">networking</span></i><span style="font-weight: 400;"> se ha enviciado dejando de ser esa herramienta de marketing repleta de </span><i><span style="font-weight: 400;">post-it</span></i><span style="font-weight: 400;">
y tarjetas de visita, al menos para las mujeres. Las que tenemos que
estar siempre perfectas, no querer ser madres, ocultar nuestras parejas:
ser, literalmente, 100 por 100 disponibles. Donde aguantamos a
coleccionistas decir «No compro obra de mujeres porque su carrera se
acaba cuando tienen hijos», o huimos elegantemente de las propuestas
indecentes de algunos comisarios, que de manera invisible te “hacen una
oferta que no podrás rechazar”.</span><span style="font-weight: 400;"><br />
</span> <span style="font-weight: 400;"><br />
</span><b>Las que nos sentimos culpables de escribir esto con las tripas
revueltas, autocensurando detalles, nombres, narraciones escabrosas</b><span style="font-weight: 400;">.
La culpabilidad de ir a lo génerico por evitar remover recuerdos que
creíamos ya sobrepasados, por no querer ver nuestra vida, nuestra
intimidad expuesta, por no volver a sentirnos rotas. La ansiedad que
genera leer caso tras caso en los periódicos y ver que es algo tan
generalizado que asusta pensar en cómo puedes cambiarlo. El pensar en
que las nuevas generaciones de chicas, las que ahora mismo están
saliendo de las tripas de sus madres, no deberían tener que escribir
#Metoo en sus vidas. <strong>#MeToo</strong></span><br />
<blockquote>
<h4 style="text-align: left;">
<span style="font-weight: 400;">En EEEUU,
el 23 por ciento de las estudiantes universitarias declararon haber
sufrido algún tipo de agresión sexual o conducta sexual indebida.</span></h4>
</blockquote>
<h3>
<b>DIANA OLIVER </b></h3>
<span style="font-weight: 400;">Tengo 36 y he olvidado muchas cosas;
supongo que porque a mi memoria le estorbaban, como decía aquella
canción de Héroes. Tengo que hacer grandes esfuerzos para volver a mi
infancia y a mi adolescencia. Si apuro un poco, recuerdo lo fácil que
era que te tocaran el culo o las tetas, aunque dijeras que no. O aunque
ni siquiera te diera tiempo a decir nada. También la ilusión que me
hacía que me silbaran por la calle, como si aquello sirviera para
engordar mi ego. Gusto. Les gusto. Todo está bien.</span><br />
<span style="font-weight: 400;">Pasé miedo muchas veces al volver a
casa sola. Aceleraba el paso como si me estuvieran persiguiendo. Una vez
paró un coche a mi lado. Estaba lleno de chavales que me decían algo
mientras se reían y me invitaban a subir. Entonces ya no me hacían tanta
gracia los silbidos y provocaciones. Corrí rápido, tan rápido como
dudo haya llegado a correr nunca.</span><br />
<span style="font-weight: 400;">Ya pasaba los 20 cuando me enganché a
una relación tóxica con uno de esos chicos que te dicen «buenos días,
princesa» cada mañana mientras controlan absolutamente todo lo que
haces. Una persona celosa que entra en cólera si te pones una camiseta
que enseña más carne de lo que considera que se puede permitir. Una
persona de esas cuyas caras pueden hacer que<strong> te tiemblen las piernas y el alma de puro miedo</strong>. Imposible olvidar el día que me persiguió en coche, con la cara desencajada. Fueron casi diez años, hasta que dije basta ya. <strong>#MeToo</strong></span><br />
<h3>
<b>MARIASCEN MARCELINO </b></h3>
<span style="font-weight: 400;">Cejas anchas en un rostro castaño de
ojos de almendra, el vestido azul cielo raso y el cabello sujeto al lado
izquierdo de mi alma inquieta, un cuerpo por esculpir en el que
despuntaba ya la mujer que debía de nacer, en las sandalias planas de mi
zapato de niña de aquél verano en el que descubrí manos adultas que
querían barrer de mi cuerpo la inocencia que aún guardaba de mis 14 años
sin cumplir. Un estío de rosas, salitre y sol, de diario de hojas
arrancadas, y de palabras mudas que no salieron de mi boca, </span><b>de culpabilidad y de vergüenza</b><span style="font-weight: 400;">,
de silencio y de rechazo, de miedo a otras manos y de otras miradas que
me despertaron del limbo y me lanzaron de lleno al mundo real del
deseo de los otros, no al mío. Y dije no. Muchas veces. </span><strong>#MeToo</strong><br />
<blockquote>
<h4 style="text-align: left;">
<span style="font-weight: 400;">En la Unión Europea, del 45 al 55 por ciento de las mujeres han sufrido acoso sexual desde los 15 años.</span></h4>
</blockquote>
<h3>
<b>PILAR CÁMARA</b></h3>
<span style="font-weight: 400;">Recuerdo tener 15 años. Volver a casa
en el metro a eso de las diez de la noche. 15 años. Un hombre de más de
70, bigote blanco, sombrero negro, me manosea.</span><b> A mí, que tengo 15 años</b><span style="font-weight: 400;">. No digo nada. No puedo decir nada. No hago nada. No puedo hacer nada. No me lo permiten ni la culpa ni la vergüenza. </span><br />
<span style="font-weight: 400;">Recuerdo tener 20. En el trabajo. Un
hombre, uno de mis jefes, me comenta lo siguiente: «Esos pantaloncitos
te los tienes que poner más días, porque lo digo yo, que soy tu jefe». Y
se ríe. No creo ni que se acuerde. No creo que jamás se me olvide. No
digo nada. No puedo decir nada. No hago nada. No puedo hacer nada. No me
lo permiten ni la culpa ni la vergüenza. </span><br />
<span style="font-weight: 400;">Recuerdo tener 33. Estar embarazada,
en una feria. Un hombre joven pasa por mi lado, muy cerca de mí, y
murmura mirándome la tripa: «Ojalá te la hubiera hecho yo». No digo
nada. No puedo decir nada. No hago nada. No puedo hacer nada. No me lo
permiten ni la culpa ni la vergüenza. </span><b>#MeToo</b><br />
<h3>
<b>NAZARET CASTRO</b></h3>
<span style="font-weight: 400;">Me resisto a hablar de las ocasiones
en las que me he sentido sexualmente agredida porque ya sé cuáles van a
ser los comentarios al respecto. <strong>#MeToo</strong></span><br />
<blockquote>
<h4 style="text-align: left;">
<span style="font-weight: 400;">En algunos países, hasta un tercio de las adolescentes afirma que su primera relación sexual fue forzada.</span></h4>
</blockquote>
<h3>
<b>GENOVEVA ARCAUTE</b></h3>
<span style="font-weight: 400;">Cuidar a las niñas, nunca será dicho suficiente</span><span style="font-weight: 400;"><br />
</span><span style="font-weight: 400;">pero</span><span style="font-weight: 400;"><br />
</span><span style="font-weight: 400;">cómo se las cuida en casa, </span><span style="font-weight: 400;"><br />
</span><span style="font-weight: 400;">del novio de mamá, </span><span style="font-weight: 400;"><br />
</span><span style="font-weight: 400;">del padrino</span><span style="font-weight: 400;"><br />
</span><span style="font-weight: 400;">del tío</span><span style="font-weight: 400;"><br />
</span><span style="font-weight: 400;">del hombre que está abajo atrás de un escritorio</span><span style="font-weight: 400;"><br />
</span><span style="font-weight: 400;">y sube a reparar lo que está roto</span><span style="font-weight: 400;"><br />
</span><span style="font-weight: 400;">del profe de gimnasia que ayuda </span><span style="font-weight: 400;"><br />
</span><span style="font-weight: 400;">a hacer la vertical</span><span style="font-weight: 400;"><br />
</span><span style="font-weight: 400;">¿ponerle camarita en la braguita?</span><span style="font-weight: 400;"><br />
</span><span style="font-weight: 400;">¿un botón a mamá en en una mano?</span><span style="font-weight: 400;"><br />
</span><span style="font-weight: 400;"><br />
</span><span style="font-weight: 400;">enseñarles a gritargritargritar</span><span style="font-weight: 400;"><br />
</span><span style="font-weight: 400;">contarcontarcontar</span><span style="font-weight: 400;"><br />
</span><span style="font-weight: 400;">corrercorrercorrer</span><span style="font-weight: 400;"><br />
</span><span style="font-weight: 400;"><strong>señalar con el dedo como un arma</strong>. </span><strong>#MeToo</strong><br />
<h3>
<b>ANÓNIMA</b></h3>
<span style="font-weight: 400;">Crecí viendo como un hombre mayor se
masturbaba delante de mis amigas y de mí en el parque. Era algo
normalizado e, incluso, parecía gracioso… </span><br />
<span style="font-weight: 400;">De adolescente, tuve que refugiarme en casa de unos desconocidos porque un hombre me perseguía. </span><br />
<span style="font-weight: 400;">A una vecina la intentaron violar en
la puerta de su casa. Muchas veces dejé de salir por la noche por el
miedo de volver sola a casa. Y ya, directamente, no salgo. Me he cansado
de que me traten como un objeto sexual y tener que quitar manos de mi
culo. El colmo fue una noche que pedí a un portero que echara a un
chico que me tocó. El portero, después de dudar de mi, le recomendó al
chico que tuviera más cuidado. </span><br />
<span style="font-weight: 400;">Tuve que huir de un taxi en marcha porque el taxista cambió su rumbo mientras me decía «¿tienes miedo?». </span><br />
<span style="font-weight: 400;">Un jefe hizo el gesto de bajarse la bragueta cuando reclamábamos mejoras laborales. </span><br />
<span style="font-weight: 400;">En el metro un desconocido me invitó a
tomar algo con él. Le dije NO. Aún así, se bajó en mi parada y fue
directo a darme un beso. </span><br />
<span style="font-weight: 400;">También he lidiado con la culpa, tan
nuestra. Me han llamado loca, histérica y han conseguido que me sienta
así, sólo por expresar mis necesidades y establecer límites. </span><br />
<span style="font-weight: 400;">He visto a otra mujeres como enemigas, ya que nos han enseñado a competir entre nosotras.</span><br />
<span style="font-weight: 400;">Pero no, chicas, ya no paso una. Ante el mínimo abuso, grito. Y </span><b>he encontrado en otras mujeres mis grandes aliadas</b><span style="font-weight: 400;">. Somos cuerpos vulnerables, pero la unión hace la fuerza. </span>#MeToo<br />
<h3>
<strong>Beatriz Araujo</strong></h3>
Después de la tormenta siempre llega la calma, decían, y cuando la
tormenta pasó, me quedé a solas conmigo misma. Algo dentro de mí me
impulsó a escribir a aquella mujer, la había odiado durante tanto
tiempo…<br />
La odiaba porque era “la mala”, la mujer que «había destrozado» la
vida de mi pareja, pero cuando mi pareja se empeñó en destrozarme la
vida a mí, comenzaron a cambiar las perspectivas.<br />
Aquella mujer me dijo que sabía que algún día yo la entendería, y hoy
por hoy la entiendo y la respeto. Después de años de absurdo
enfrentamiento, pasamos a estar en un mismo bando, el bando de “las
malas”.<br />
Fue ahí cuando me reconocí en ella y le pedí perdón, perdón por
haberla juzgado. Nos perdonamos, compartimos experiencias y nos
ofrecimos nuestro apoyo. <strong>Somos muchas las que sufrimos o hemos sufrido maltrato, ya sea físico o psicológico, o acoso, disfrazado de relación amorosa</strong>.<br />
En mi caso necesité tocar el fondo del amor insano, para que mi amor
propio brotara y me sanara. No sólo me liberé de un amor tóxico, sino
que aprendí a amarme a mí misma.<br />
Hoy por hoy doy gracias a aquella mujer y a todas las mujeres que con
sus testimonios nos abren los ojos y allanan el camino. El camino es
largo pero la igualdad es posible.<br />
<strong>Nunca subestiméis el poder de la sororidad</strong>. <strong>#MeToo</strong><br />
<blockquote>
<h4 style="text-align: left;">
<span style="font-weight: 400;">El 23 por
ciento de las mujeres de Londres Norte han sido víctimas de un intento
de violación o de una violación consumada por parte de su pareja a lo
largo de su vida.</span></h4>
</blockquote>
<h3>
<b>ANÓNIMA</b></h3>
<span style="font-weight: 400;">Noche de fiesta, algunos amigos, te
sientes en confianza y no puede pasar nada malo. Hasta que vas al baño,
sola. Cuando abres la puerta para salir te encuentras con alguien que te
mira y de golpe te vuelve a meter en el baño, te arrincona contra la
pared con ninguna buena intención. Intentas escapar, pero él es más
fuerte. Reúnes todas tus fuerzas, le empujas y sales corriendo. Te vas
del lugar con un secreto que te revuelve cada día la conciencia. <strong>#MeToo</strong></span><br />
<h3>
<b>ANÓNIMA</b></h3>
<span style="font-weight: 400;">Me han tocado en el autobús. Me han
enviado fotos de pollas en erección. Me han hecho comentarios sobre mi
físico hombres de toda edad y condición. Me han hecho sentir miedo. Me
han arrinconado, borracha, en el baño de un bar. Me han obligado a bajar
la mano hasta la entrepierna una vez, dos, diez, mil veces. Me han
obligado a bajar la cabeza hasta la entrepierna una vez, dos, diez, mil
veces. Me han follado estando dormida. </span><b>Supongo que me han violado</b><span style="font-weight: 400;">.
Me han disfrazado el amor de perversión. A veces he dudado si debía
sentirme halagada. Siempre me he sentido culpable. Y todo porque siendo
muy niña alguien me dijo que esas cosas me pasaban porque era «muy
guapa». </span><strong>#MeToo</strong><br />
<blockquote>
<h4 style="text-align: left;">
<span style="font-weight: 400;">120 millones de niñas de todo el mundo han sufrido relaciones sexuales forzadas en algún momento de sus vidas. </span></h4>
</blockquote>
<h3>
<b>ANÓNIMA</b></h3>
<span style="font-weight: 400;">Llegó llorando. Cabizbaja. Él le
había dicho a los compañeros de clase que la había tocado “ahí”. Todos
se rieron. Era mentira. Avergonzada intentó contárselo a la profesora
quién le espetó que se dejaran de tonterías. A la salida de clase nos
acercamos a su padre quien en un alarde de elegancia le dijo delante de
nosotras a su hijo que a las chicas de clase debía tratarlas como a
princesas. «</span><b>No, señor. No las debe tratar como a princesas sino como a compañeras</b><span style="font-weight: 400;">»,
le respondí. La mirada de ella sin embargo me decía que le había
fallado. Tenía sólo seis años y ya había conocido el machismo. <strong>#MeToo #HerToo</strong></span><br />
<blockquote>
<h4 style="text-align: left;">
<span style="font-weight: 400;">2.600 millones de mujeres y niñas viven en países donde la violación en el matrimonio no está explícitamente penalizada. </span></h4>
</blockquote>
<h3>
<b>CAROLINA MÉNDEZ</b></h3>
<b>El primer acoso sexual lo sufrí a los seis años</b><span style="font-weight: 400;">,
el último fue hace unas horas cuando volvía de la facultad. El primer
acosador fue un vecino de casa, el último, un desconocido de la calle.
Entre el primero y el último han sucedido varios: un jefe de prensa, un
taxista, un colega, un profesor. He tenido que aguantar desde
“propuestas sutiles” hasta hombres masturbándose en la calle. YA NO MÁS.
</span><strong>#MeToo</strong><br />
<h3>
<b>BELÉN BUENDÍA</b></h3>
¿Sabéis qué es lo mejor?<br />
Que a diferencia de lo que muchos piensan,<br />
no luchamos por impulsar <strong>el feminismo</strong>.<br />
En realidad, luchamos para que desaparezca.<br />
Para no tener que justificarnos nunca más<br />
por ser mujer.<br />
Para que eso que es “normal”<br />
empiece a ser lo que realmente es: INJUSTO.<br />
Para dejar de tener<br />
miedo, asco o frustración.<br />
Para decir basta<br />
a “asumir las cosas”.<br />
Para que se deje de hablar<br />
de hombres y mujeres<br />
y se hable de personas.<br />
Cuando deje de importar<br />
lo que haya debajo de la ropa interior,<br />
entonces, señoras y señores,<br />
existirá la igualdad. <strong>#MeToo</strong><br />
<i><span style="font-weight: 400;">Ilustración: </span></i><a href="https://www.flickr.com/photos/sbmontana/"><b><i>Sharon Brogan</i></b></a> <b><i>©</i></b></div>
</div>
</div>
</article></div>
</div>
</div>
Mª Ascensión Marcelino Díazhttp://www.blogger.com/profile/08700978879207621261noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5016147792956111125.post-38503486688826331832017-09-03T11:01:00.002-07:002017-09-03T11:03:00.586-07:00<br />
<br />
<header class="post-header cf" style="border: 0px; margin: 0px 0px 21px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><h1 class="post-title item fn" itemprop="name" style="border: 0px; float: left; margin: 0px 35px 0px 0px; padding: 0px 0px 0px 18px; position: relative; vertical-align: baseline;">
<span style="color: #19232d; font-family: "roboto slab" , "georgia" , serif;"><span style="font-size: 20px; font-weight: normal;">http://www.murraymag.com/actualidad/moira-campo-refugiados-lebos/Por María Ascensión Marcelino Díaz</span></span> <span style="background-color: white; color: #a6a6a6; font-family: "open sans" , "arial" , sans-serif; font-size: 11px; text-transform: uppercase;"></span><span class="posted-on" style="background-color: white; border: 0px; color: #a6a6a6; font-family: "open sans" , "arial" , sans-serif; font-size: 11px; margin: 0px; padding: 0px; text-transform: uppercase; vertical-align: baseline;">EL <span class="dtreviewed" style="border: 0px; font-family: inherit; font-size: 11px; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><time class="value-title" datetime="2016-10-02T07:35:36+02:00" itemprop="datePublished" style="border: 0px; font-family: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;" title="2016-10-02">2 OCTUBRE, 2016</time></span></span></h1>
<h1 class="post-title item fn" itemprop="name" style="border: 0px; color: #19232d; float: left; font-family: "roboto slab", georgia, serif; font-size: 20px; font-weight: normal; margin: 0px 35px 0px 0px; padding: 0px 0px 0px 18px; position: relative; vertical-align: baseline;">
</h1>
<h1 class="post-title item fn" itemprop="name" style="border: 0px; color: #19232d; float: left; font-family: "roboto slab", georgia, serif; font-size: 20px; font-weight: normal; margin: 0px 35px 0px 0px; padding: 0px 0px 0px 18px; position: relative; vertical-align: baseline;">
</h1>
<h1 class="post-title item fn" itemprop="name" style="border: 0px; color: #19232d; float: left; font-family: "roboto slab", georgia, serif; font-size: 20px; font-weight: normal; margin: 0px 35px 0px 0px; padding: 0px 0px 0px 18px; position: relative; vertical-align: baseline;">
</h1>
<h1 class="post-title item fn" itemprop="name" style="border: 0px; color: #19232d; float: left; font-family: "roboto slab", georgia, serif; font-size: 20px; font-weight: normal; margin: 0px 35px 0px 0px; padding: 0px 0px 0px 18px; position: relative; vertical-align: baseline;">
Moira</h1>
<a class="comments" href="http://www.murraymag.com/actualidad/moira-campo-refugiados-lebos/#respond" style="border: 0px; color: #a6a6a6; float: right; font-family: inherit; font-size: 11px; line-height: 28px; margin: 0px 0px 0px -35px; padding: 0px; transition: all 0.4s ease-in-out; vertical-align: baseline;"><span class="fa fa-comments-o" style="border: 0px; display: inline-block; font-family: "fontawesome"; font-size: 13px; font-stretch: normal; line-height: 1; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"></span> 0</a></header><br />
<div class="post-meta" style="border-bottom-color: rgb(217, 217, 217); border-bottom-style: solid; border-image: initial; border-left-color: initial; border-left-style: initial; border-right-color: initial; border-right-style: initial; border-top-color: rgb(217, 217, 217); border-top-style: solid; border-width: 1px 0px; color: #a6a6a6; font-family: inherit; font-size: 11px; margin: 0px 0px 21px; overflow: hidden; padding: 10px 0px; text-transform: uppercase; vertical-align: baseline;">
<span class="posted-by" style="border: 0px; font-family: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">POR </span></div>
<div class="post-container cf" style="border: 0px; font-family: inherit; font-size: 14px; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
<div class="post-content-right" style="border: 0px; font-family: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
<div class="post-content description " itemprop="articleBody" style="border: 0px; font-family: inherit; font-size: 13px; line-height: 1.857; margin: 0px 0px -1.857em; padding: 0px; position: relative; vertical-align: baseline;">
<div class="wp-caption aligncenter" id="attachment_14402" style="background-color: white; border: 0px; color: #606569; font-family: "Open Sans", Arial, sans-serif; height: auto; margin: 5px auto 21px; max-width: 100%; padding: 0px; vertical-align: baseline; width: 710px;">
<a href="http://murraymag.com/wp-content/uploads/2016/09/moira.jpg" rel="prettyPhoto" style="border: 0px; color: #be1522; font-family: inherit; margin: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: all 0.4s ease-in-out; vertical-align: baseline;"><img alt="Moira" class="wp-image-14402 size-full no-display appear" height="467" sizes="(max-width: 700px) 100vw, 700px" src="https://murraymag.com/wp-content/uploads/2016/09/moira.jpg" srcset="http://www.murraymag.com/wp-content/uploads/2016/09/moira.jpg 700w, http://www.murraymag.com/wp-content/uploads/2016/09/moira-300x200.jpg 300w" style="border: 0px; font-family: inherit; height: auto; margin: 0px; max-width: 100%; opacity: 1; padding: 0px; transition: all 0.4s ease-in-out; vertical-align: baseline;" width="700" /></a><br />
<div class="wp-caption-text" style="border: 0px; font-family: inherit; font-size: 0.923em; font-style: italic; margin-right: 10px; padding: 0px; text-align: center; vertical-align: baseline;">
Una madre afgana llega con su hija en brazos a Lesbos, donde se ubica el campo de Moria. (<em style="border: 0px; font-family: inherit; font-size: 11.999px; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><a href="https://www.eacnur.org/media-gallery/detail/7106/6526" style="border: 0px; color: #be1522; font-family: inherit; font-size: 11.999px; margin: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: all 0.4s ease-in-out; vertical-align: baseline;" target="_blank"><strong style="border: 0px; font-family: inherit; font-size: 11.999px; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">ACNUR / A. Mc Connell</strong></a> ©</em>)</div>
</div>
<div style="background-color: white; border: 0px; color: #606569; font-family: "Open Sans", Arial, sans-serif; margin-bottom: 1.857em; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="border: 0px; font-family: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Las buenas ideas se me ocurren de noche, recién acostada, mientras ordeno la agenda y repaso el día vivido, el anterior, y el que me queda por vivir, con la seguridad de despertarme a la hora en que pongo el reloj del móvil. ¿Y si no me despertara? ¿Y si me quedara para siempre atrapada en el sueño en el que sueño que me despierto cada día y que <strong style="border: 0px; font-family: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">soy otra persona</strong> a la que llamo yo, con otro rostro, o con el mismo, pero en otra ciudad, <strong style="border: 0px; font-family: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">en otro país, por ejemplo El Congo, México o Irak</strong>?</span></div>
</div>
<div style="background-color: white; border: 0px; color: #606569; font-family: "Open Sans", Arial, sans-serif; margin-bottom: 1.857em; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="border: 0px; font-family: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Podría ser que lo que yo llamo realidad, sea un sueño, o tal vez, que lo que sueño, sea verdad y que esto que hago ahora mismo, sea el coma de otra mujer. Siendo franca, estos pensamientos, nunca se me han ocurrido mientras doy vueltas en la cama tratando de dormirme pronto sino más bien sentada en el retrete, y durante un minuto o dos, lo que dura mi visita al baño, me da por pensar que quizá en otra dimensión yo sea una anciana que no recuerda nada, que lo ha olvidado todo menos las manos de su madre arropándola en la cama, o la de su padre, mientras paseaba por el bosque o de camino a la estación en espera de un tren. </span><span style="border: 0px; font-family: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Mientras recuerda su pasado lo ignora todo de su presente, el color de su vestido, el dulzor de la batata, <strong style="border: 0px; font-family: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">el sonido de la voz del hijo, el olor de la almohada</strong>, de la lluvia, de la vida.</span></div>
</div>
<div style="background-color: white; border: 0px; color: #606569; font-family: "Open Sans", Arial, sans-serif; margin-bottom: 1.857em; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="border: 0px; font-family: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">No voy fundamentar nada de lo que pienso citando a Calderón de la Barca, a Descartes o a Aristocles. Esto no es un estudio de la mente, ni un escrito divulgativo acerca de experiencias paranormales. Sé que estoy aquí, tecleando un miércoles por la tarde, con un silencio relativo a mi alrededor, alterado de vez en cuando por el chirrido de una puerta lejana, la voz de una niña o el batir de alas de los mirlos que emprenden el vuelo hacia otros lugares a los que les empuja el viento y el aire.</span></div>
</div>
<div style="background-color: white; border: 0px; color: #606569; font-family: "Open Sans", Arial, sans-serif; margin-bottom: 1.857em; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="border: 0px; font-family: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Estoy sola en un mundo habitado por almas que nunca llegarán tal vez a plantearse estas preguntas porque el agua que beben está a kilómetros de distancia, o la comida es escasa y <strong style="border: 0px; font-family: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">la única preocupación de cada día consiste en sobrevivir al hambre, a la guerra, o a la violencia que las encierra y las somete a la injusticia y al terror</strong>. A lo lejos suena la misma trompeta de siempre, desafinada y persistente ensayando tal vez una marcha triunfal y también el rumor que levantan las calles infestadas de gente que pasea con cámaras y mochilas impregnando su cerebro de imágenes que han de olvidar al cabo de los meses.</span></div>
</div>
<div style="background-color: white; border: 0px; color: #606569; font-family: "Open Sans", Arial, sans-serif; margin-bottom: 1.857em; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="border: 0px; font-family: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Esto es lo que yo imagino, sentada aún en la penumbra de mi habitación, cómoda, <strong style="border: 0px; font-family: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">sin el temor de que una bomba caiga sobre mi techo</strong> y me convierta en polvo. </span><span style="border: 0px; font-family: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Sin la tristeza de tener que abandonar mi casa y huir con los míos a otra tierra, a otro continente, a empezar de nuevo en casas de acogida, o en pisos de refugiados. Sin ese miedo que no es el mío porque no huyo de la guerra, ni de la violencia cotidiana de, pongamos por caso, Ciudad Juárez, ni me encierran en un burka ni me han casado contra mi voluntad.</span></div>
</div>
<div style="background-color: white; border: 0px; color: #606569; font-family: "Open Sans", Arial, sans-serif; margin-bottom: 1.857em; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="border: 0px; font-family: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Mis temblores son otros, los que emanan de la sociedad en la que vivo, atrapada en sus propias miserias, con sus pérdidas continuas, su falta de libertades, su violencia constante, sus embustes, su insolidaridad y <strong style="border: 0px; font-family: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">su creciente embrutecimiento ante el dolor de los demás</strong>. Me siento perpleja ante lo que ocurre a mi alrededor, cansada de tanto discurso, de tanta palabra huera, de tanta manipulación. Se vende por cierto lo que no son más que mentiras, se educa para la compra, para la competitividad, para la nueva esclavitud, para el no ser. El otoño se muestra bajo la forma de una bata de flores, las campanas de la iglesia se oyen amortiguadas por el cristal de una ventana cerrada.</span></div>
</div>
<div style="background-color: white; border: 0px; color: #606569; font-family: "Open Sans", Arial, sans-serif; margin-bottom: 1.857em; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="border: 0px; font-family: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Hace un poco de frío y <strong style="border: 0px; font-family: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">en el campo de refugiados de Moira, en la isla de Lesbos</strong>, la misma en la que habitó la poetisa Safo, mujeres y hombres tal vez sueñen que viven en España, en un hermoso pueblo pintado de blanco, cuyo cielo siempre es limpio y transparente y que <strong style="border: 0px; font-family: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">sus hijas algún día serán mujeres libres</strong> que escribirán al atardecer, mientras las aves emprenden su largo viaje impulsados por vientos más cálidos.</span></div>
</div>
<div class="wp-caption aligncenter" id="attachment_14404" style="background-color: white; border: 0px; color: #606569; font-family: "Open Sans", Arial, sans-serif; height: auto; margin: 5px auto 21px; max-width: 100%; padding: 0px; vertical-align: baseline; width: 710px;">
<a href="http://murraymag.com/wp-content/uploads/2016/09/moira-2.jpg" rel="prettyPhoto" style="border: 0px; color: #19232d; font-family: inherit; margin: 0px; padding: 0px; transition: all 0.4s ease-in-out; vertical-align: baseline;"><img alt="Moira" class="wp-image-14404 size-full no-display appear" height="467" sizes="(max-width: 700px) 100vw, 700px" src="https://murraymag.com/wp-content/uploads/2016/09/moira-2.jpg" srcset="http://www.murraymag.com/wp-content/uploads/2016/09/moira-2.jpg 700w, http://www.murraymag.com/wp-content/uploads/2016/09/moira-2-300x200.jpg 300w" style="border: 0px; font-family: inherit; height: auto; margin: 0px; max-width: 100%; opacity: 1; padding: 0px; transition: all 0.4s ease-in-out; vertical-align: baseline;" width="700" /></a><br />
<div class="wp-caption-text" style="border: 0px; font-family: inherit; font-size: 0.923em; font-style: italic; margin-right: 10px; padding: 0px; text-align: center; vertical-align: baseline;">
Asia es una niña siria refugiada de cuatro años. (<em style="border: 0px; font-family: inherit; font-size: 11.999px; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><a href="http://stories.unhcr.org/es/asia-una-nia-refugiada-siria-en-bulgaria-p425.html" style="border: 0px; color: #be1522; font-family: inherit; font-size: 11.999px; margin: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: all 0.4s ease-in-out; vertical-align: baseline;" target="_blank"><strong style="border: 0px; font-family: inherit; font-size: 11.999px; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">ACNUR / D. Kashavelov</strong></a> ©</em>)</div>
<div>
<br /></div>
</div>
<div class="sharedaddy sd-sharing-enabled" style="background-color: white; border: 0px; clear: both; color: #606569; font-family: "Open Sans", Arial, sans-serif; margin: 0px 0px 1.857em; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
</div>
</div>
</div>
</div>
Mª Ascensión Marcelino Díazhttp://www.blogger.com/profile/08700978879207621261noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5016147792956111125.post-64617106550266161752017-09-03T10:39:00.000-07:002017-09-03T11:04:00.024-07:00<br />
<a href="http://www.murraymag.com/cajon-desastre/conociendo-judith-butler/">http://www.murraymag.com/cajon-desastre/conociendo-judith-butler/</a><br />
<br />
<br />
<br />
<header class="post-header cf" style="background-color: white; border: 0px; color: #606569; font-family: "Open Sans", Arial, sans-serif; font-size: 14px; margin: 0px 0px 21px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><div class="featured" style="border: 0px; font-family: inherit; margin: 0px 0px 14px; padding: 0px; position: relative; vertical-align: baseline;">
<a href="http://www.murraymag.com/wp-content/uploads/2016/09/judith-butler.jpg" itemprop="image" rel="prettyPhoto" style="border: 0px; color: #19232d; display: block; font-family: inherit; margin: 0px; padding: 0px; position: relative; text-decoration-line: none; transition: all 0.4s ease-in-out; vertical-align: baseline;" title="Conociendo a Judith Butler"><img alt="Judith Butler" class="attachment-main-slider size-main-slider wp-post-image no-display appear" height="336" sizes="(max-width: 700px) 100vw, 700px" src="https://www.murraymag.com/wp-content/uploads/2016/09/judith-butler-700x336.jpg" srcset="http://www.murraymag.com/wp-content/uploads/2016/09/judith-butler.jpg 700w, http://www.murraymag.com/wp-content/uploads/2016/09/judith-butler-300x144.jpg 300w" style="border: 0px; font-family: inherit; height: auto; margin: 0px; max-width: 100%; opacity: 1; padding: 0px; transition: all 0.4s ease-in-out; vertical-align: baseline;" title="Conociendo a Judith Butler" width="700" /></a></div>
<h1 class="post-title item fn" itemprop="name" style="border: 0px; color: #19232d; float: left; font-family: "Roboto Slab", Georgia, serif; font-size: 20px; font-weight: normal; margin: 0px 35px 0px 0px; padding: 0px 0px 0px 18px; position: relative; vertical-align: baseline;">
Conociendo a Judith Butler</h1>
<a class="comments" href="http://www.murraymag.com/cajon-desastre/conociendo-judith-butler/#respond" style="border: 0px; color: #a6a6a6; float: right; font-family: inherit; font-size: 11px; line-height: 28px; margin: 0px 0px 0px -35px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: all 0.4s ease-in-out; vertical-align: baseline;"><span class="fa fa-comments-o" style="border: 0px; display: inline-block; font-family: "fontawesome"; font-size: 13px; font-stretch: normal; line-height: 1; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"></span> 0</a></header><br />
<div class="post-meta" style="background-color: white; border-bottom-color: rgb(217, 217, 217); border-bottom-style: solid; border-image: initial; border-left-color: initial; border-left-style: initial; border-right-color: initial; border-right-style: initial; border-top-color: rgb(217, 217, 217); border-top-style: solid; border-width: 1px 0px; color: #a6a6a6; font-family: "Open Sans", Arial, sans-serif; font-size: 11px; margin: 0px 0px 21px; overflow: hidden; padding: 10px 0px; text-transform: uppercase; vertical-align: baseline;">
<span class="posted-by" style="border: 0px; font-family: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">POR <span class="reviewer" itemprop="author" style="border: 0px; font-family: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><a href="http://www.murraymag.com/author/maria-ascension-marcelino-diaz/" rel="author" style="border: 0px; color: #19232d; font-family: inherit; margin: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: all 0.4s ease-in-out; vertical-align: baseline;" title="Entradas de María Ascensión Marcelino Díaz">MARÍA ASCENSIÓN MARCELINO DÍAZ</a></span> </span><span class="posted-on" style="border: 0px; font-family: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">EL <span class="dtreviewed" style="border: 0px; font-family: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><time class="value-title" datetime="2016-09-13T07:33:57+02:00" itemprop="datePublished" style="border: 0px; font-family: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;" title="2016-09-13">13 SEPTIEMBRE, 2016</time></span></span><span class="cats" style="border: 0px; float: right; font-family: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><a href="http://www.murraymag.com/category/cajon-desastre/" rel="category tag" style="border: 0px; color: #19232d; font-family: inherit; margin: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: all 0.4s ease-in-out; vertical-align: baseline;">CAJÓN DESASTRE</a></span></div>
<div class="post-container cf" style="background-color: white; border: 0px; color: #606569; font-family: "Open Sans", Arial, sans-serif; font-size: 14px; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
<div class="post-content-right" style="border: 0px; font-family: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
<div class="post-content description " itemprop="articleBody" style="border: 0px; font-family: inherit; font-size: 13px; line-height: 1.857; margin: 0px 0px -1.857em; padding: 0px; position: relative; vertical-align: baseline;">
<div style="border: 0px; color: inherit; font-family: inherit; font-size: inherit; font-stretch: inherit; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: inherit; margin-bottom: 1.857em; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="border: 0px; font-family: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Judith Butler es, junto a Nancy Fraser y Seyla Benhabib, una de las filósofas estadounidenses más importantes de la actualidad. En la década de los años 80 comienza a extenderse su producción teórica y a conocerse internacionalmente. Al comienzo de la siguiente —en 1990— publica ‘Gender Trouble. Feminism and the Subversión of Identity’, traducido en España como ‘</span><a href="http://www.casadellibro.com/libro-el-genero-en-disputael-feminismo-y-la-subversion-de-la-identidad/9788449320309/1142140" style="border: 0px; color: #be1522; font-family: inherit; margin: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: all 0.4s ease-in-out; vertical-align: baseline;" target="_blank"><b style="border: 0px; font-family: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">El género en disputa: el feminismo y la subversión de la identidad</b></a><span style="border: 0px; font-family: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">’.</span></div>
</div>
<div style="border: 0px; font-family: inherit; margin-bottom: 1.857em; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="border: 0px; font-family: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Reconocida activista, </span><b style="border: 0px; font-family: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Butler lucha por los derechos de las minorías sexuales y étnicas</b><span style="border: 0px; font-family: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">. Rechaza las guerras, como las de Afganistán e Irak, y </span><b style="border: 0px; font-family: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">denuncia la política israelí</b><span style="border: 0px; font-family: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"> en relación a la ocupación de Palestina, lo que le ha granjeado numerosos problemas y críticas, principalmente en Estados Unidos y en Alemania. En algunos círculos es considerada una heroína y un estandarte de movimientos que han encontrado en ella su voz. </span><b style="border: 0px; font-family: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Levanta pasiones con la misma intensidad que levanta rechazo, críticas, incluso odios</b><span style="border: 0px; font-family: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">. Su influencia abarca desde la teoría y el activismo feminista y </span><i style="border: 0px; font-family: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">queer</i><span style="border: 0px; font-family: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"> hasta los estudios de género, la teoría poscolonial, la sociología, los estudios culturales y visuales (arte y cine), el análisis literario, el derecho, el psicoanálisis, la filosofía política y la teología.</span></div>
</div>
<div style="border: 0px; font-family: inherit; margin-bottom: 1.857em; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="border: 0px; font-family: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Judith Butler es una pensadora y una activista, lo que significa que</span><b style="border: 0px; font-family: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"> no se parapeta en su despacho universitario sino que sale a la calle y grita contra el sistema</b><span style="border: 0px; font-family: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">, exige visibilidad para todas aquellas personas cuyas vidas están en situación precaria, y pide argumentaciones y no falacias. En definitiva, Butler defiende el derecho de las minorías a ser vistas, a ser lloradas, y a ejercer el derecho al pensamiento y a la libertad de obra y de expresión, exigencias que a más de una </span><b style="border: 0px; font-family: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">han llevado al paredón, a la guillotina o a la cicuta</b><span style="border: 0px; font-family: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">. </span></div>
</div>
<div style="border: 0px; font-family: inherit; margin-bottom: 1.857em; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="border: 0px; font-family: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Sus tomas de posición en el campo del género y en los ámbitos sexuales progresistas han sido de tal magnitud que han llegado a originar </span><b style="border: 0px; font-family: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">nuevas concepciones del feminismo</b><span style="border: 0px; font-family: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">, fundamentalmente debido a las polémicas y debates surgidos desde los movimientos LGBT y Queer. No es una pensadora convencional, y nada de lo que dice deja indiferente a nadie porque la fuerza de sus argumentos y el carisma de su persona, unidos a su coherencia a la hora de enlazar lo que hace con lo que dice y piensa, la convierten en </span><b style="border: 0px; font-family: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">una de las pensadoras más controvertida, interesante y lúcida del siglo XXI</b><span style="border: 0px; font-family: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">.</span></div>
</div>
<div style="border: 0px; font-family: inherit; margin-bottom: 1.857em; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="border: 0px; font-family: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Butler es, por tanto, figura señera y se ha convertido en un icono, una moda, una tendencia o todo a la vez. Su impacto en el feminismo a través de sus investigaciones, análisis, discursos y trabajos, han cambiado el curso del mismo, de tal forma que hoy en día hablamos, con palabras de </span><a href="http://riff-raff.unizar.es/elvira_burgos_diaz.html" style="border: 0px; color: #be1522; font-family: inherit; margin: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: all 0.4s ease-in-out; vertical-align: baseline;" target="_blank"><b style="border: 0px; font-family: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Elvira Burgos</b></a><span style="border: 0px; font-family: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">, de un «nuevo feminismo». Judith Butler es innovadora, es diferente, y su manera de reivindicar, de trabajar y de escribir sobre el género y el sexo, contrasta con el de otras pensadoras y activistas del momento, sin olvidar la enorme atracción que ejerce sobre las minorías sexuales. Ella habla de la ambigüedad del género y esa ambigüedad se refleja en su físico, vestida de negro, cabello cortado a lo </span><i style="border: 0px; font-family: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">garçon</i><span style="border: 0px; font-family: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">, andares masculinos que </span><b style="border: 0px; font-family: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">contrastan con un estereotipo convertido al cabo del tiempo, según ella misma señala, en una segunda naturaleza</b><span style="border: 0px; font-family: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">. Aquí hay que mencionar su manera pausada y tranquila de hablar, una sonrisa perenne en el rostro, expresión lúcida, humilde y cercana de una persona de enorme talla intelectual y moral.</span></div>
</div>
<div style="border: 0px; font-family: inherit; margin-bottom: 1.857em; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="border: 0px; font-family: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Judith Butler, nacida en Cleveland (Ohio) en 1956 y de familia judía comprometida social y políticamente y muy ligada a la industria del cine, cuenta en un documental de Paule Zadjermann, ‘</span><a href="http://www.cineenvioleta.org/judith-butler-filosofa-en-todo-genero-en-espanol-judith-butler-philosophe-en-tout-genre/" style="border: 0px; color: #be1522; font-family: inherit; margin: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: all 0.4s ease-in-out; vertical-align: baseline;" target="_blank"><b style="border: 0px; font-family: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Judith Butler. Filósofa en todo Género</b></a><span style="border: 0px; font-family: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">’, cómo, desde pequeña, en la escuela, utilizaba ciertas estrategias para lograr sus fines y cómo su familia se conformaba a algunas normas de género transmitidas por las películas de Hollywood en su afán de asimilarse a la sociedad norteamericana. De tal manera que su madre se transformaba en Joan Crawford y su abuelo en una mezcla de Clark Gable y Omar Shariff.</span></div>
</div>
<div style="border: 0px; font-family: inherit; margin-bottom: 1.857em; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="border: 0px; font-family: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Lo que Judith Butler refleja y defiende, a mi juicio, por encima de cualquier cosa, es </span><b style="border: 0px; font-family: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">la libertad que todo ser humano tiene o debería tener para vivir su vida sin imperativos de ninguna clase, sin ser interrogado, ni justificar sus preferencias ni dar cuenta de ellas</b><span style="border: 0px; font-family: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">. Afirma la sexualidad libre, sin constricciones, sin encasillamientos, sin juicios morales, sin injerencias estatales ni sociales. ‘El género en disputa’ o ‘Cuerpos que importan’ reflejan las preocupaciones e intereses de gays, lesbianas y transexuales, que también forman parte de la sociedad y parecen no existir más que en los márgenes de los discursos, en los afluentes de las corrientes principales que los excluyen y categorizan como lo abyecto, lo “otro” del universal que es el hombre y la mujer con mayúsculas. Una parte del éxito de Butler se debe a que sabe plantear preguntas e intentar responderlas teniendo en cuenta el amplio espectro que conforma la realidad. Por tanto, no ha de extrañarnos su éxito tanto dentro como fuera de los círculos académicos, primero en Estados Unidos después en Europa, especialmente en España y Alemania. </span></div>
</div>
<div style="border: 0px; font-family: inherit; margin-bottom: 1.857em; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
<div style="text-align: justify;">
<i style="border: 0px; font-family: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Fotografía: </i><a href="https://www.flickr.com/photos/andrewrusk/" style="border: 0px; color: #be1522; font-family: inherit; margin: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: all 0.4s ease-in-out; vertical-align: baseline;" target="_blank"><b style="border: 0px; font-family: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><i style="border: 0px; font-family: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Andrew Rusk</i></b></a> <b style="border: 0px; font-family: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><i style="border: 0px; font-family: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">©</i></b></div>
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Mª Ascensión Marcelino Díazhttp://www.blogger.com/profile/08700978879207621261noreply@blogger.com0