Después de un tiempo de inactividad, vuelvo a poner a punto mi blog. 14 de abril de 2023. Primavera. Todo florece. Las actividades se multiplican. Presentaciones de libros, conciertos de música, exposiciones, ferias, viajes estudiantiles, que siga todo rodando hasta que algo desvié el movimiento o lo detenga de nuevo.
ÁTOMOS VISIBLES
jueves, 13 de abril de 2023
Y sin embargo, se mueve.
martes, 31 de diciembre de 2019
La verdad: esa gran mentira. Reflexión sobre el poder de las palabras y la poesía.
Todo gesto constituye un artificio. La aparente naturalidad
de la postura distendida, la palabra pronunciada sin ambages,
la mirada perdida en el vacío de un horizonte trillado de
signos y estrellas. La máscara con la que bautizamos cada uno
de nuestros días y nuestros encuentros en concomitancia
directa o virtual con el otro, cuelga en el perchero de vuelta
al hogar, y la persona que somos en comunidad se pasea desnuda
por las habitaciones de la casa, vestida de una mismidad que
también es un traje no siempre hecho a medida.
Este escrito
pretende reflexionar sobre el poder de las palabras, la
poesía, la verdad y las relaciones sociales. Pero también
sobre el engaño, como arma o como juego, y la ambigüedad en la
que se mueven los nexos humanos en torno al binomio
apariencia-realidad y verdad y mentira.
La palabra es la morada del ser (Heidegger). La palabra es
poderosa, construye y destruye, horada el intestino y vomita
significado. El lenguaje es el auténtico hogar del ente, el
dasein que yace arrojado a una realidad cuya urdimbre trata de
descifrar a través de poesía, de la metáfora y del arte. La
verdad es un camino que asciende y aleja a la mente de la
apariencia de una materialidad que percibe y siente como
falsa.
Afirmar lo que no es, ensalza la virtud y libra a la
mujer de la tortura, la arroja a las llamas, o la salva de la quema. El embuste es un disfraz que hace posible el rol
social, la sonrisa que mueve el mundo, el poder que trastoca
como la alquimia, unos elementos en otros. Penélope hila cada
día un lienzo mortuorio que deshace por la noche. La reina
finge que no termina pero no miente. No acaba nunca porque
para crear hay que destruir. Consigue vivir su independencia
en una sociedad patriarcal rodeada de hombres ávidos de su
fortuna tejiendo un lienzo de hilos interminable, la tekné
ampara su libertad y consigue que un centenar de maridos
potenciales se crean la gran historia como también logra que
una de las interpretaciones de su mito se haya erigido frente
a otras. Penélope, la mujer pasiva, la que aguarda eternamente
fiel la vuelta de su hombre.
De hecho, el gran fraude consiste
en inspirar la narración de la espera y no el de la
independencia. En la poesía encontramos ese puente de unión,
esa resina que perlita la verdad que esconde una realidad a la
que nunca podremos acceder porque el trecho que lleva hasta
ella no está hecho de palabras. Hay una línea continua solo
transitable por la intuición. La metáfora es el cauce por el
que aquella se hace imagen, el camino por el que el signo
fotografía las vísceras y las vierte en vocablos. Penélope
urde su historia con hilo y aguja y trenza su libertad cada
día. Miente a la posteridad e inspira canciones e historias
trágicas cuando debería evocar al misterio de la noche en la
que sola, construye su propio estar en el mundo hecho de
renuncia y de trabajo.
“Yo siempre digo la verdad incluso cuando miento” dice Toni
Montana en la película Scarface (1983), un film que reflexiona
sobre el poder, la ambición, y el precio que hay que pagar por ello. Dinero, drogas, mujeres objeto, y la brutalidad como eje
a través del cual se mueve la historia. La importancia del
contexto para comprender el valor de una proposición, el
emplazamiento de la enunciación legitima el discurso. La
verdad de Montana desde el lugar en que profiere la locución,
su autenticidad como ser grosero que no finge lo que no es,
convierte a su personaje en un ser genuino y veraz.
Habitamos una gran urdimbre hecha de siglos de civilización
y de evolución. La sociedad global de ahora está acotada por
múltiples reveses y enveses, limitada por tarifas y cifras y
una arquitectura enorme de intereses mercantiles que hacen
imposible la utopía del entendimiento universal entre los
seres humanos.
La red es el monolito extraño que todos tocamos
con miedo primero y envalentonados después. Como los homínidos
ficticios de Kubrick, la inteligencia llega por azar y lleva
al sujeto a una nueva fase, a un nuevo escalón evolutivo. La
falacia es el relato. Quienes manejan el cotarro mueven el
hilo tras el gran muro desde el que se arrojan las sombras que
van a parar a la pared del pobre, al paredón de las
desgraciadas de la miseria, el muro de la ignorancia. El papel
pintado del frente del salón alberga la televisión de 60
pulgadas, el teléfono móvil apoltrona al estudiante en el sofá
de su casa, las madres riñen a las profesoras serias porque no
ven la verdad de sus hijos ausentes, seres virtuales pueblan
el imaginario popular con historias de infidelidades, y
cambian sus rostros a ritmo de Photoshop. Todos quieren
participar del engaño. La metáfora sigue siendo un arma de
expresión, de denuncia, de despliegue pero también de
repliegue. Hacia un lugar donde hacer pie y ser auténtico. verdad está hecha de múltiples viseras que contemplan el cielo
estrellado desde lugares infinitos y amplios. La filosofía
pretende dar cuenta de esa inmensa red con conceptualizaciones
y discernimiento.
Denuncia las falacias, desarticula los
andamiajes ideológicas que nos aprisionan a las pseudo
verdades y las prebendas de quienes cotizan al alza los
argumentos espurios y las noticias falsas. Desenmascara,
reclama, rearticula e interpreta desde el logos, el viraje
hacia la regresión que supone la neomodernidad con su discurso
neoliberal, desanclado de valores, poblado de nanotecnología,
capaz de deshacer al individuo y convertirlo en un ser para la
nada. Pero la razón encuentra sus límites en lo inefable, por
lo que es la poesía la que toma el relevo y continúa el camino
por el incómodo sendero de lo real que no se deja atrapar por
conceptos (Nietzsche).
La razón poética (Zambrano) como
instrumento de conocimiento, como método, tal vez sea el
último reducto para trascender lo mundano y llegar al núcleo
de esa mónada escurridiza y endeble que es el ser humano. La
literatura como báculo, como instrumento plagado de resortes
que taladra el alma y descifra el código por el que acceder a
lo belleza se erige entonces como bastión frente a tanta
patraña, a tanto embuste, a tanta mendacidad.
viernes, 6 de diciembre de 2019
Después, antes y durante. Notas para pensarte ahora (De mi poemario Interinidades)
Te ocultas, sentado como mirando un cielo que no existe,
y en tu parpadeo lento sé que te vuelves hacia ti mismo
sin olvidar que un minúsculo, y vulnerable fragmento
de tu ala izquierda sigue pegado a la bisectriz
que me separa de ti y del resto del mundo.
Rozas con tu pie derecho mi cadera,
me vuelvo y te observo y te sonrío
mientras las hojas secas se las lleva el viento, y
la luz languidece y todas las promesas se tornan
verdades como por ejemplo, que el amor atraviesa el tiempo
o que la muerte es un espejismo en el que tu y yo nos perdemos, a veces.
sábado, 23 de noviembre de 2019
Apuntes para diciembre
Cuatro meses. El final y el principio. La batida se tornó encuentro. Un año atrás. O dos. Piedras, helechos, arena, agua. Sonrisa fingida. La sinceridad de la mirada. El beso emocionado en la mejilla. Personas y máscaras. Desencuentros. Comprendo. Me acerco a mí y le aprieto la mano. Todo va a salir bien. Observo sus pasos. Se desliza y apenas se mueve. Me detengo y pienso. Respiro y detallo mis intenciones en silencios y movimientos ascendentes. Mi nombre. Acarició las letras. Hoy. Tal vez.
jueves, 31 de octubre de 2019
Cien
Cien.
Polvo, musgo, transparente alga con un bolso sin abrir y un libro sin leer. La esperanza entre dos rostros,ninguna mirada, tal vez alguna que simula un sorbo de vino al anochecer. Pocas palabras y el amago amargo de encajar en un lugar sin roce ni costumbre. Huida hacia el fondo de mi escarcha. Táctil, fiel, resguardado de todo frío, Sodio susurra sus versos sin abrir sus páginas. Tomo nota y cuento hasta cien. La carretera amiga me lleva a casa sin hablar y la noche me abraza como debe abrazar a los solitarios caminantes que regresan, vencidos, al hogar.
martes, 24 de septiembre de 2019
Diá-logo
El diálogo es un medio de acercamiento a la verdad a través de la razón, no como convencimiento de que nuestra opinión es cierta sino como estrategia o herramienta racional que nos permite encontrar argumentos y fundamentos para sostenerla o para cambiarla.
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